Un tema recurrente y que siempre es actual son los posibles déficits nutricionales en los niños. Aunque es cierto que en los países desarrollados es muy difícil que se produzcan, también es verdad que es necesario que el niño reciba una dieta variada para cumplir esta premisa.
El problema está en que a veces es difícil hacer una dieta variada en un niño, sobre todo los más pequeños, que pueden rechazar muchos de los alimentos que se le ofrecen.
Esto es una etapa transitoria pero que a veces se puede convertir en un serio problema si no se tiene el tiempo y la paciencia suficiente para lograr salvar ese rechazo del niño a determinados alimentos.
La mejor forma de disminuir este riesgo consiste en consultar siempre la alimentación del niño con el pediatra y “jugar” con la elaboración de los platos, de forma que el profesional pueda certificar la suficiente variedad y calidad nutricional de los alimentos y el niño asocie comer con algo divertido. Aún así es muy frecuente que muchos padres alberguen dudas sobre posibles déficits en este rango de edad, siendo uno de los más consultados el de posible déficit de vitaminas.
El caso de la vitamina K es especial, ya que de por sí es deficitaria en determinadas situaciones, como por ejemplo ocurre en los recién nacidos. Esta vitamina además está relacionada con el mecanismo de coagulación de la sangre, por lo que su déficit puede tener importantes consecuencias, sobre todo en niños de esta edad.
Por qué se produce el déficit de vitamina K
El déficit de vitamina K ocurre de forma natural en todos los recién nacidos (por eso se administra directamente al nacimiento, por vía intramuscular).
También puede verse en el contexto de dietas poco variadas o en el caso de enfermedades que interfieran en su absorción. En estos casos lo normal es que junto al déficit de vitamina K se asocie el de otras.
Síntomas del déficit de vitamina K
El principal problema del déficit de vitamina K puede verse en los recién nacidos, que pueden presentar sangrados de forma espontánea en cualquier localización del cuerpo.
En caso de que los sangrados se produzcan en recién nacidos algo mayores o en lactantes de pocas semanas, el riesgo es especialmente elevado, ya que pueden producirse en el sistema nervioso central, es decir, el cerebro, de forma que pueden verse cuadros severos.
En el caso de los niños más mayores pueden verse sangrados o facilidad para hacer hematomas, con traumatismos mínimos.
Tratamiento del déficit de vitamina K
El déficit de vitamina K se trata mediante la administración de esta vitamina, siempre de forma pautada y controlada por el pediatra, que vigilará una serie de parámetros analíticos que se estudian en la coagulación sanguínea.
En el caso de que el déficit se deba a una malabsorción producida por una enfermedad, el pediatra pondrá los medios para el tratamiento de dicha enfermedad. En los casos en los que la dieta es poco variada será fundamental corregir esta.
En los recién nacidos se administra una dosis de vitamina K nada más nacer con el fin de prevenir las posibles hemorragias debidas al déficit natural de esta vitamina.
Foto | BebopDesigner, Flicker licencia CC
En Bebés y Más | Vitaminas en bebés y niños