Enuresis en la adolescencia: un problema que afecta al 3% de los adolescentes y provoca un gran impacto emocional y social

La enuresis nocturna, mojar la cama por las noches de manera involuntaria, es un trastorno con consecuencias mucho más importantes de lo que la sociedad piensa; especialmente cuando hablamos de enuresis durante la adolescencia.

Los expertos estiman una incidencia de enuresis aproximada del 10% en
niños de cinco años
, del 5% en niños de 10 años, y del 3% en la adolescencia.

En el Día Mundial de la Enuresis que se conmemora hoy, queremos centrarnos en la enuresis adolescente: ¿cómo afecta este problema a los pacientes que la sufren? ¿Qué tratamientos existen y cómo podemos ayudarles?

¿Cuáles son las causas de la enuresis en la adolescencia?

La enuresis nocturna es la eliminación nocturna, involuntaria y funcionalmente normal de orina que ocurre cuando el niño lleva ya tiempo controlando esfínteres durante el día, pero es incapaz de hacer lo propio por la noche, a pesar de que por edad (entre cuatro y seis años) ya debería haberlo logrado.

Aunque este problema afecta especialmente a los niños de entre cinco y 10 años, de acuerdo a la web divulgativa sobre enuresis nocturna 'Mojar la cama', se estima que a la edad de 15 años este problema persiste entre un 1-3% de la población.

Las causas de la enuresis son, mayoritariamente, una producción excesiva de orina por la noche o una capacidad reducida de la vejiga, unidas a un fallo en el despertar del niño o adolescente. Es decir, el paciente enurético no se despierta cuando la vejiga llega a un determinado límite de distensión y esto hace que moje la cama.

Asimismo, el riesgo de mojar la cama es de cinco a siete veces mayor si el niño o adolescente tiene un padre enurético y, aproximadamente, 11 veces mayor si ambos padres padecieron este problema en la infancia.

Además, con frecuencia existe comorbilidad, habiéndose comprobado una estrecha relación con otras patologías como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).

Los expertos clasifican la enuresis en dos tipos según el momento de aparición:

  • Enuresis primaria: se da en niños mayores de cinco años o adolescentes que han mojado la cama desde siempre, no habiendo existido sequedad completa durante un periodo superior o igual a seis meses.
  • Enuresis secundaria: la padecen niños mayores de cinco años o adolescentes que, tras un periodo superior a seis meses sin mojar la cama comienzan a presentar escapes de orina durante el sueño.

Según Healthy Children, las causas de la enuresis secundaria podrían estar relacionadas con problemas de salud como infecciones urinarias, afecciones neurológicas, estrés u otras complicaciones.

Cómo afecta la enuresis a la vida del adolescente

Al igual que sucede cuando el problema se da en la infancia, la enuresis tiene un gran impacto en la autoestima del adolescente, en su bienestar emocional y en su desarrollo social. A menudo les cuesta salir de casa, y rechazan dormir en casa de amigos o familiares, o acudir a campamentos para que no se conozca su problema.

"En los niños y adolescentes con enuresis suele haber un menoscabo del autoconcepto y la autoestima. Si, por ejemplo, hay un plan de acudir a dormir a casa de un amigo, el niño intentará evitarlo porque no se va a sentir seguro durmiendo fuera de casa".
"En consecuencia, la enuresis primero afecta a la autoestima para, adicionalmente, tener consecuencias en sus interacciones con los demás" - explica el Dr. Javier Quintero, jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid.

Además, los expertos consideran que a partir de los seis o siete años el problema puede acabar derivando en sintomatología ansiosa, fundamentalmente, y depresiva, posteriormente.

A esto hay que sumar que en la adolescencia el concepto de grupo es muy importante, por lo que el adolescente enurético experimenta una mayor sensación de inseguridad social que en cualquier otra etapa de la vida.
"En los adolescentes observamos un mayor impacto si cabe, pues en esta etapa se va a forjar todo lo que tiene que ver con la construcción de la personalidad o el afrontamiento, y lo social cobra un peso fundamental".
"El concepto de grupo es muy importante y la sensación de inseguridad que la enuresis provoca al adolescente puede tener un impacto más allá de lo evidente a simple vista" - asegura el Dr. Quintero.

Pero además del impacto en la autoestima y el desarrollo social, la enuresis afecta también al rendimiento académico y al sueño, ya que el niño o adolescente que moja la cama no descansa de forma reparadora, haciendo que se vea afectada su capacidad de concentración y memorización, lo que se relaciona con una mayor tasa de fracaso escolar.

¿Cómo se trata la enuresis en la adolescencia?

Foto de Kindel Media (Pexels)

Si se trata de una enuresis secundaria, es decir, el adolescente no mojaba la cama pero de pronto empieza a hacerlo, debemos consultar de inmediato con el médico para averiguar la causa de los escapes nocturnos.

En cambio, si a partir de los cinco años el niño continua mojando la cama es fundamental ponerse en manos de especialistas, ya que el problema podría cronificarse y llegar a la adolescencia o incluso a la etapa adulta.

Y es que aunque los expertos estiman que su prevalencia decrece con la edad y tiende a la resolución espontánea en un porcentaje de casos, también destacan que no ocurre siempre ni en el momento deseado, por lo que 'esperar' se considera una solución lenta e insegura.

El manejo de la enuresis debe ser individualizada, dependiendo de factores como el cuadro clínico o la edad del paciente. En este sentido, el tratamiento podría pasar por establecer unas medidas generales, entre las que se incluye el tratamiento conductual, a las que se les puede añadir el tratamiento con alarma y/o fármacos.

Pero además del manejo médico, no debemos olvidar la importancia de apoyar emocionalmente al adolescente que sufre enuresis, creando en casa un entorno de confianza y seguridad donde pueda hablar cuando lo desee. Los grupos de apoyo en línea, así como el apoyo psicológico también pueden resultar de gran ayuda al adolescente y a su familia.

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