En los países nórdicos recomiendan que la primera papilla del bebé la tome con gluten, esto suele ser a los seis meses de edad, así, como la media de lactancia es de nueve meses, seguirán tomando pecho un par de meses más después de haber empezado a ingerir gluten. Algunos expertos creen que estas medidas no son adecuadas, ya que aseguran que un niño que tenga que ser celíaco lo será y nada lo podrá impedir. Lo que si indican que quizá se retrase la aparición de esta enfermedad o que la sufra más levemente. Lo que está claro es que cualquier opción que pueda suavizar una enfermedad que de momento no tiene cura, es una loable opción.
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