La dislalia es muy variada. Los niños suelen reemplazar la “S" por la “Z", o la “R" por la “D", son los casos más frecuentes.
La Dislalia en los niños menores de cuatro años es parte de la fase de desarrollo del lenguaje infantil. No precisa tratamiento, pues es un proceso normal, aunque es necesario mantener con el niño una pronunciación adecuada que ayude a la correcta maduración del habla. Más allá de los cuatro años, si el niño se expresa de manera casi ininteligible se debe consultar con un especialista en audición y lenguaje.
Existen varios tipos de dislalia: orgánicas, audiógena, o funcionales.
Esta última la más frecuente es la sustitución de fonemas, donde el niño desconoce o realiza incorrectamente el punto y modo de articulación del fonema. Por ejemplo, no pronuncia bien la “RR" porque no hace vibrar correctamente la lengua, o la apoya en el lugar inadecuado.
La dislalia es muy frecuenta más allá de los cuatro años, es conveniente saber que necesitan tratamiento con un especialista que utilizará un tratamiento no invasivo, con la ayuda de juegos y mucha colaboración familiar.
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