El estudio recoge los datos obtenidos en 28 escuelas que fueron divididas en dos grupos. En 11 colegios se ofreció aplicar la vacuna antigripal, que tras el consentimiento paterno, se vacunó durante el otoño al 47% de niños con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años, en el resto de colegios no ofrecieron la vacuna.
Entrados en plena temporada de gripe, los familiares de los niños pertenecientes a las escuelas estudiadas, fueron solicitados para rellenar un cuestionario sobre los posibles síntomas, los tratamientos, las bajas, etc. El resultado fue claro, la incidencia de gripe en las familias fue mucho menor en los hogares de los niños pertenecientes a las escuelas que habían optado a la vacuna, que en las familias de las escuelas de control, y en estos datos no se tuvo en cuenta si los niños de las primeras escuelas habían sido vacunados por consentimiento paterno.
Sin duda, parece una buena estrategia para prevenir la infección estacional, pues aunque la gripe no suele ser un proceso grave en los niños, éstos son un factor clave en el contagio.
Vía | El Mundo