Muchos padres se preocupan cuando sus bebés no duermen los suficiente por las noches, pensando que la falta de descanso puede perjudicar su desarrollo. Pero como sabemos, comprender el sueño infantil es comprender que es un proceso evolutivo y que es perfectamente normal que los bebés se despierten muchas veces durante la noche.
Un nuevo estudio de la Universidad McGill (Canadá), publicado en el número de noviembre de la revista médica Pediatrics, revela que un gran número de bebés no llega a dormir de seis a ocho horas ininterrumpidas por noche, cumplidos los seis meses. Y algunos de ellos, ni siquiera lo consiguen al año de edad.
Los investigadores quieren dar tranquilidad a los padres que puedan preocuparse por el desarrollo de sus bebés, al señalar que los niños menores del año que no duermen toda la noche del tirón, no tienen un mayor riesgo de retraso en su desarrollo mental o habilidades psicomotoras.
La finalidad del estudio: tranquilizar a los padres
Marie-Hélène Pennestri, autora principal del estudio, señala que el primer año de vida de un niño "es un período hermoso, pero también vulnerable", razón que la llevó a realizar este estudio:
"Mi objetivo es realmente tranquilizar a los padres y quitarles esa ansiedad, que no es necesaria".
Parte de ese miedo, explica la investigadora principal, se debe a que algunos pediatras aconsejan a los padres intentar "consolidar" el sueño de sus hijos en ocho horas ininterrumpidas, en lugar de aceptar la progresión natural del niño.
Los investigadores obtuvieron información de una encuesta longitudinal de madres y sus bebés, nacidos en las clínicas obstétricas canadienses de Montreal, Quebec City y Hamilton (Ontario).
A los seis meses de edad, el 38 por ciento de los bebés aún no dormían al menos seis horas consecutivas por la noche, y el 57 por ciento no dormía ocho horas, según el estudio.
A los 12 meses de edad, la mayoría de los bebés sí dormían toda la noche, aunque el 28 por ciento de ellos no descasaban seis horas seguidas sin despertarse.
Además, los investigadores descubrieron una diferencia en los patrones de sueño por sexo: el 48% de las niñas mayores de seis meses dormían ocho horas seguidas, mientras que solo lo hacían el 39% de los niños.
El sueño interrumpido del bebé no causa problemas de desarrollo
Una de las principales razones del estudio de la Universidad de McGill era, según sus autores, demostrar que el sueño fragmentado durante el primer año de vida de un bebé no causa problemas de desarrollo, como algunas veces se ha sugerido.
"No pudimos encontrar ninguna asociación significativa entre dormir de noche o no, a los seis y los doce meses de edad, y variaciones en el desarrollo mental o psicomotor".
Esa es la conclusión de la investigación, que añade:
"Mientras que son bien conocidos los efectos beneficiosos de un descanso nocturno suficiente en la infancia y la adolescencia, parece que la asociación entre los patrones del ciclo sueño-vigilia y el desarrollo, son mucho menos directas durante el primer año de vida".
El estudio también arroja un dato que ya conocíamos: que los bebés amamantados se despiertan más durante la noche, ya que necesitan alimentarse con más frecuencia, aunque los investigadores aseguran que este no es ni mucho menos un argumento en contra de la lactancia materna, que ofrece muchos beneficios para los bebés y las madres.
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