Nueve consejos para afrontar la vuelta al cole cuando hay alergias alimentarias
Una de las cosas que más preocupa a los padres de niños con alergias alimentarias es la "vuelta al cole", y más aún si nuestros hijos empiezan por primera vez. ¡Y es que es difícil no pensar en ello sin sentir incertidumbre sobre cómo se desarrollará el curso!
Los expertos apelan a la información, la transparencia y el diálogo con el colegio como claves principales para evitar que surjan incidentes o situaciones desagradables. A continuación os contamos cómo proceder si tu hijo alérgico alimentario comienza el cole por primera vez.
1) El miedo es lógico, pero no debe paralizarnos
Soy madre de un niño alérgico alimentario y sé perfectamente lo que es sentir miedo e incertidumbre cada vez que comienza el curso escolar. En mi opinión, la etapa más delicada es la del primer y segundo ciclo infantil, es decir, desde que comienzan la guardería hasta los seis años.
Este ciclo es especialmente crítico pues los niños son áun muy pequeñitos, a algunos les cuesta expresarse con claridad y muchos no tienen aún suficientemente interiorizada su alergia como para hablar de ella con claridad, rechazar alimentos o actuar por sí solos ante determinadas situaciones.
Los padres con niños alérgicos alimentarios sabemos los riesgos a los que nuestros hijos se tienen que enfrentar cada vez que hay comida de por medio y, por desgracia, también conocemos el desconocimiento general y falta de conciencia social de quienes nos rodean.
Y quizá por todo eso, el inicio del curso escolar nos vuelve especialmente ansiosos e irascibles. ¿Sabrán los profesores y personal del colegio diferenciar las alergias de las intolerancias? ¿Cómo procederán con los cumpleaños, el almuerzo o la comida? ¿Sufrirá mi hijo algún rechazo por su alergia? ¿Sabrán actuar correctamente en caso de accidente?
2) Mantén una reunión antes de empezar el curso
Si no puedes reunirte con el tutor de tu hijo antes de que empiece el curso, intenta hacerlo en los primeros días. Infórmale con un lenguaje llano y accesible (cuando no eres conocedor del tema ciertos términos y expresiones pueden sonar confusos) sobre el tipo de alergia que tiene tu niño, si necesita medicación, cuándo y cómo aplicarla y qué medidas de seguridad preventivas deben tener con él.
No dudes en preguntar cuántas personas estarán a cargo de tu hijo ya que muchas veces los niños no está unicamente al cuidado de un profesor sino que cuentan con auxiliares, personal de apoyo o profesores distintos para cada materia. Haya los que haya, todos deben ser conocedores de la alergia de tu peque. Así que si te quedas más tranquilo manteniendo una reunión personal con todos ellos, no lo dudes y hazlo. La seguridad de tu hijo y tu tranquilidad deben estar por encima de todo.
Mi consejo es que no des por concluida esta reunión hasta estar seguro de que tu interlocutor ha entendido perfectamente el tipo de alergia que tiene tu hijo y las precauciones que debe seguir. Es preferible pecar de “pesados” que dejar un tema tan delicado a la libre interpretación de alguien.
3) Informe médico actualizado
Es fundamental que aportes al colegio un informe médico de la alergia que tiene tu hijo y que lo renueves con cierta periodicidad, especialmente si se producen variaciones en el desarrollo de su alergia.
Por ejemplo, en el caso de los alérgicos a las proteínas de leche de vaca conviene destacar que el alérgico no sólo no podrá consumir leche de vaca sino tampoco productos que lleven lactosa ni estén elaborados con leche de otros animales como cabra, oveja, búfala…
4) Medicación de rescate
Igualmente, prepara un kit de emergencia con todo lo que tu hijo pueda necesitar en caso de sufrir una reacción alérgica. Adrenalina, inhaladores, corticoides... Todo debe ir debidamente guardado en un estuche y etiquetado, asegurándote además de renovar los medicamentos para que siempre estén en fecha.
"Es aconsejable asegurarse de que el niño está familiarizado con los medicamentos contra la alergia y su uso. La edad, aunque a los padres nos lo parezca, no es un impedimento; los niños aprenden muy rápido lo que les hace respirar bien o sentirse mejor y colaboran desde muy pequeños" - nos comenta la doctora Gloria Requena, médico Especialista en Alergología del Hospital Regional Universitario de Málaga y miembro del equipo de Alergología de la Clínica Alergomálaga.
Este kit de emergencia deberá guardarlo el colegio y saber utilizarlo en caso de necesidad. Pregunta en la reunión que mantengas al inicio de curso quién se encargaría de custodiar esta medicación y de administrártela a tu hijo si se diera el caso.
¡No te quedes con dudas! Cuanto más sepas acerca del tratamiento que dan en el colegio a las alergias alimentarias, más tranquilos y confiados estaréis.
5) Siempre identificado
Una de las primeras cosas que tenemos que hacer antes de que comience el colegio es marcar todos los objetos y prendas que nuestro hijo vaya a utilizar a lo largo del curso. Porque si esta medida es importante para todos los niños en general, lo es mucho más cuando hay una alergia alimentaria.
- Tartera o bolsa de la merienda
- Chupetes, vasos, biberones o cualquier utensilio de comida
- Cojines, sábanas, almohadas, servilletas o cualquier otra superficie de contacto
- Cremas, lociones o colonias porque, ¡ojo!, no todos los niños alérgicos alimentarios pueden utilizar cualquier crema de pañal o producto de higiene y aseo, ya que algunos contienen componentes alérgenos que dañarían su piel. Si es el caso de tu hijo, etiqueta sus prodcutos e informa a su profesor
Asegúrate además de que tu hijo lleva algún identificativo que describa el tipo de alergia que padece: puedes bordarlo en su baby, ponerle una pulsera personalizada o un cartelito atado a la solapa. Esta idea resulta especialmente práctica durante los primeros días de cole o en los casos de niños muy pequeñitos que se expresan con dificultad.
6) ¡Hora de comer!
Infórmate bien de cómo procede el colegio con los alumnos alérgicos a la hora de comer. Es importante saber si el centro tiene cocina propia o si encarga el menú a un catering externo; si conocen las medidas de seguridad alimentaria; cómo identifican y ubican a los alérgicos…
Si tienes cualquier duda con respecto a los ingredientes utilizados, pide hablar con el encargado del comedor o de cocina, o con la empresa que se encargue del cátering. Seguro que no tendrán problema en facilitarte un listado de las marcas con las que trabajan.
7) ¿Fiestas con comida? ¡Plantea ideas alternativas!
Es interesante también que sepas cómo actúa el centro a la hora del almuerzo, cómo festejan los cumpleaños de los alumnos y cómo celebran las festividades más señaladas.
Si siempre hay comida de por medio puedes hacer dos cosas:
Proponer alternativas lúdicas en donde la comida y los dulces no tengan cabida. Por ejemplo: cambiar las chucherías de los cumpleaños por un regalito simbólico a cada alumno, o por una fiesta en el aula con serpentinas y música.
Pedir al profesor que guarde en el aula una bolsa de chucherías, bebidas y otros dulces que tu hijo sí pueda tomar para que se lo ofrezcan a él como alternativa cuando se den este tipon de situaciones.
8) Busca apoyo
Si perteneces a alguna asociación de alérgicos alimentarios, te recomiendo que te apoyes en ella. Te darán todo tipo de información acerca de reglamentaciones en vigor, retirada de alimentos en los que se hayan detectado trazas de alérgenos, pautas a la hora de enfocar cualquier problema que pudiera surgir con el colegio…
Además, muchas asociaciones imparten charlas informativas en los centros educativos por lo que, si en un momento dado lo consideras de interés, podrías convocar una reunión entre la asociación y tu colegio.
9) Habla con tu hijo
Y ya por último, no olvides lo importante que es el diáologo con tu hijo. Mantener con él una conversación abierta y sincera es fundamental para enfocar de forma positiva y natural su condición alérgica.
Fotos Pixabay
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