Es normal que además su cabecita esté deformada por la estrechez del canal pélvico, aunque esta deformación es temporal, ya que los huesos de la cabeza del bebé son bastante “flexibles"todavía. Esta deformación desaparece en unos pocos días, en el momento en que empieza a bostezar, llorar, succionar, todo lo propio de un bebé. Todas estas actividades provocan que los huesos vuelvan a su posición original.
Foto: Niño tratado con DOC band ™. Gentileza de Cranial Technologies Inc. España
Es raro, pero hay casos en los que esa deformación craneal puede perdurar y como consecuencia, el bebé tiene algunos síntomas característicos. Suele estar muy agitado, llora a menudo, está muy irritado e incluso puede tener muchos gases. Hay algunos signos mucho más evidentes, como por ejemplo, puedes ver que siempre gira la cabeza hacia el mismo lado. Los problemas craneales suelen aumentar cuando el parto ha sido extremista, es decir o muy lento o muy rápido, ambos extremos, provocan una excesiva compresión de las estructuras óseas. Si la posición del bebé no es la adecuada o se utilizaron fórceps durante el parto, también son posibles riesgos. Un bebé prematuro también tiene más posibilidades de tener algún problema craneal.
Ante cualquier duda o problema de este tipo, lo mejor es acudir al pediatra y es posible que nos remita al osteópata, este especialista explorará al bebé adecuadamente y detectará el posible problema. Es un gran profesional, ya que sabe como presionar adecuadamente y donde para que los huesos vuelvan a su estado normal y que el bebé tenga un adecuado desarrollo.
La deformidad craneal se puede solucionar fácilmente con un diagnostico rápido y un tratamiento adecuado, gracias a la osteopatía, posiblemente no se tendrá que recurrir a la cirugía. Aunque siempre hay algunos casos que no son tan fáciles de resolver como es la escafocefalia, que provoca un aspecto muy alargado en la cabecita del bebé o la plagiocefalia, un aplanamiento por un lado de su cabeza. No son fáciles de arreglar pero el osteópata lo puede lograr, por medio de una banda ortopédica craneal, consigue que la cabecita vuelva a su estado normal.
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