Los niños todo lo cogen, lo toquetean e incluso se lo llevan a la boca, y hay cosas que pueden producir grandes males a nuestro pequeño, como puede ser tragarse una pila de botón o un imán de sus juguetes.
Si el niño ingiere accidentalmente una pila botón, puede perforar el intestino, pues el elemento que recubre a estas pilas desaparece con el contacta del ácido gástrico, y con un proceso químico puede provocar daños en el esófago, estómago e intestinos.
Hay muchos juegos de mesa o de construcción que son de pequeño tamaño y llevan un imán, si el pequeño se traga uno, no nos daremos cuenta a no ser que nos lo diga o se atragante. Si traga más de un imán en el mismo momento, es posible que lo expulse con las heces, pero si los traga en diferentes momentos, un imán permanecerá en una zona del intestino y el otro en otra, pudiendo atraerse en el abdomen y perforar las asas intestinales con la consecuencia de una posible peritonitis, una perforación intestinal o una necrosis por compresión.
Como padres, debemos cuidar todos los detalles a la hora de comprar los juguetes, y en la medida de lo posible, no perder de vista sus movimientos.
Si detectas que tu bebé ha ingerido cualquier pieza que puede resultar tóxica, dirígete inmediatamente al centro de salud más próximo.
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