A veces la tos es simplemente un mecanismo de defensa producido por productos irritantes como humo, por restos de alimentos, alergias, etc. Eliminar la tos debe ser siempre que ésta no cumpla ninguna función o cuando sea muy molesta para el niño, pero lo principal es saber por qué el niño tiene tos.
Es necesario prestar atención al tipo de tos que tiene nuestro hijo para luego poder contárselo al pediatra, pues él, tras auscultarlo y escuchar cómo tose el pequeño nos preguntará si la tos es seca o húmeda, si es persistente, si viene acompañada de vómitos o de fiebre, si el niño ha perdido el apetito, si le impide dormir por las noches, etc. Todos los datos que se puedan recabar para informar al especialista serán importantes para poder dar un diagnóstico acertado, pues cada tipo de tos tiene su propia característica según dónde se localiza.
La tos seca, acompañada de carraspera, secreción mucosa y obstrucción nasal puede ser causada por afecciones rinofaringeas, como un catarro común, anginas, adenoiditas, rinitis, etc.
La bronquitis y bronquiolitis produce una tos ligera y persistente, generalmente produce sibilancias y da la sensación de que al niño le cuesta y le cansa respirar.
En ocasiones los niños pueden presentar la tos denominada “de perro", es una tos fuerte y ronca sin expectoración, este tipo de tos puede ser producido por afecciones producidas en laringe y tráquea, que estrechan las vías respiratorias.
La tos ferina puede confundirse al principio con un resfriado común, empieza con una tos seca, persistente e irritante que puede durar una o dos semanas, después los ataques de tos van creciendo y al niño le cuesta más respirar, cuanto más pequeño es el niño más puede afectar la tos ferina, es necesario visitar rápidamente al especialista.
Cuando está afectado el pulmón, la tos es suave, produce dolor y dificulta la respiración, generalmente acompaña fiebre y puede estar iniciándose un proceso de neumonía.
La fibrosis quística del páncreas produce tos porque hace las secreciones muy espesas y abundantes, como consecuencia irrita y produce tos
Como vemos, la tos puede venir dada por motivos de origen respiratorio o extrapulmonar, pero será el especialista el que realice el diagnóstico adecuado y considere el tratamiento oportuno.
En nuestras manos, en principio sólo está el poder aliviarle, limpiándole las fosas nasales con suero fisiológico, humectando y ventilando la habitación y las estancias de la casa en las que se encuentre, dándole líquidos y evitando el humo del tabaco y la posible contaminación.
Más información | Pediatra al día En Bebés y más | Remedios naturales contra la tos En Bebés y más | Cuídame mucho, las enfermedades infantiles explicadas a los padres