Los traumatismos en los dientes de los niños son bastante frecuentes, por la gran actividad que realizan, siendo muy comunes en los niños que están empezando a caminar, que al perder estabilidad, se caen golpeándose la boca con el suelo, con una mesa o un mueble.
Lo primero que hay que hacer es limpiar la boca con agua o suero fisiológico para despejar la sangre y ver la gravedad del golpe. Los golpes en los dientes de leche afectan directamente a los dientes permanentes que se están formando dentro del hueso. Pueden alterar su forma, color o la dirección en la que saldrán. Si el golpe ha sido tan fuerte que ha desprendido el diente de la encía, el diente de leche no se reubica, por lo que habrá que esperar que salga el definitivo. En cambio si se fractura un diente permanente, guarda el pedacito en suero fisiológico, leche o agua y acude urgente al odontólogo. Es posible que lo puedan adherir nuevamente. Si el diente definitivo se ha salido por completo y tienes coraje, intenta reintroducirlo en su posición habitual; sino, conserva el diente como dije antes (incluso puedes guardarlo en tu propia boca, por favor no te lo tragues) y no pierdas un minuto en llevar al dentista al niño y al diente.
Igualmente, ante un golpe en los dientes es conveniente acudir al odontólogo aunque no veas nada alarmante. Si se aplica un tratamiento precoz evitarás problemas en el futuro.
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