Mucha gente confía en los poderes sanadores de las hierbas (fitoterapia), la manera en que antaño se curaban enfermedades y se aliviaban males.
Hay recetas naturales muy extendidas para solucionar los típicos trastornos de los niños, pero no debes dárselas a bebés menores de seis meses. Son, por ejemplo:
- Té de camomila: para calmar los nervios y los dolores de estómago.
- Té de hojas de menta: para aliviar los cólicos.
- Caléndula en crema: para las erupciones del pañal y otras irritaciones
- Echinacea: para resfriados
- Aloe vera: la salvia directamente de la planta sirve para cicatrizar pequeñas heridas, cortes y quemaduras.
- Lavanda, en forma de té: alivia mareos y náuseas. Unas gotitas en la frente son buenas contra el dolor de cabeza y ayudan a dormir al bebé.
Antes de los seis meses los bebés no tienen el intestino desarrollado para digerir algunas hierbas. Y hasta el año, puedes suministrarlas siempre que el pediatra lo autorice.
También debes saber que algunas hierbas pueden anular el efecto de algún medicamento que esté tomando el niño, otras pueden causarle alergias y otras como la hierbabuena o el eucalipto son tóxicas para los niños.
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