Recién terminado el curso toca hacer 'examen de conciencia' y ver qué podemos mejorar el año próximo para lograr que nuestros hijos regresen a las aulas con más herramientas de éxito.
Y, entre los protagonistas del triunfo o el fracaso, se encuentra el sueño. AdSalutem Instituto del Sueño señala que "un descanso inapropiado dificulta la cognición, altera la memoria y la toma de decisiones" y nos da algunos consejos que pueden ayudar a que nuestros adolescentes descansen mejor y así tengan mejor rendimiento en los estudios.
El sueño en el rendimiento académico
La evidencia científica indica que el sueño juega un papel esencial en todos los procesos fisiológicos y cognitivos. Una sola noche de privación de sueño altera nuestra percepción, dificultando la toma de decisiones y modificando nuestra capacidad de memoria y aprendizaje. Así lo explica la doctora María José Masdeu, profesora y neumóloga en Adsalutem instituto del sueño.
Se estima que entre el 60 y 70% de los adolescentes cargan con un déficit de sueño debido a la privación crónica del mismo, lo que dificulta su rendimiento académico, un problema que se acrecienta a partir de Bachillerato.
Una revisión publicada en la revista 'Neurología' analizó 30 estudios que relacionan varios indicadores de calidad de sueño y el rendimiento académico de estudiantes universitarios. Así, la somnolencia diurna debida a la privación de sueño disminuye la atención y se asocia con peores resultados académicos.
También otras investigaciones refuerzan esa realidad. De hecho, en Adsalutem, consideran especialmente relevante el período de preparación y de realización de exámenes, indicando que “la calidad de sueño predice un mejor rendimiento académico, tanto por lo que respecta a las notas como a los objetivos de aprendizaje”.
Estos estudios también hallaron una asociación con el estado de ánimo, factor que también mejora con un descanso adecuado. Así que, según estos últimos hallazgos en medicina del sueño, parece lógico prestar aún más atención al sueño de nuestros hijos adolescentes ya que dormir bien ejerce una sinergia con el resto de elementos de su estilo de vida, como el ejercicio, la alimentación o el estado psicológico y emocional, aumentando los beneficios de cualquier intervención diseñada para mejorar su salud integral.
Pautas de higiene de sueño para mejorar su rendimiento
Ante esta realidad, los expertos de AdSalutem recomiendan las siguientes pautas de higiene del sueño durante el siguiente curso escolar para optimizar el rendimiento académico:
Reservar ocho horas diarias para el sueño. Un buen descanso es útil para consolidar la información aprendida.
Una siesta de 30 minutos máximo, antes de las 17:00h, ayudará a consolidar los conocimientos adquiridos.
Hacer un rápido repaso y leer por encima la materia estudiada antes de dormir.
No estudiar en la cama.
Mantener rutinas regulares de sueño y comidas, que no varíen demasiado entre semana comparado con el fin de semana.
Hacer ejercicio físico por las mañanas ayuda a conciliar el sueño por la noche.
Nada de tomar substancias estimulantes por la tarde-noche para una mejor conciliación del sueño y mantenimiento.
Evitar el tabaco y/o el alcohol y otras drogas. Estos tienen efectos nocivos contra el sueño y la salud en general.
Evitar dispositivos electrónicos una hora antes de ir a dormir. En caso de utilizarlos usar el filtro de luz naranja (night shift).
Reservar 10-15 minutos al día para relajarse o expresar las emociones. Las técnicas de meditación, mindfulness, yoga, tai-chi, etc., por ejemplo, pueden ser de gran utilidad para conseguirlo.
Vía | AdSalutem Instituto del Sueño
Fotos | iStock
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