La sueroterapia en el embarazo también se utiliza con fines terapéuticos, por ejemplo ante la hiperemesis gravídica. Este problema sucede cuando hay vómitos continuados que perjudican a la salud de la mamá y como consecuencia también al feto. Con la administración de suero con nutrientes que la gestante es incapaz de tolerar por vía oral, se consigue mejorar el estado general y no seguir perdiendo peso.
Otra situación en la que se recurre a la sueroterapia es para la inducción o estimulación al parto. Si el ginecólogo quiere iniciar el parto por riesgos fetales u otros problemas, aunque la mamá todavía no haya cumplido se administra sueroterapia con oxitocina, esta sustancia, que también se libera de forma natural en el momento del parto actúa provocando contracciones uterinas. En la sueroterapia con oxitocina se comienza administrando esta sustancia en dosis pequeñas que pueden ir aumentando según la respuesta obtenida sin dejar de observar las contracciones y la tolerancia de la mamá y el bebé.
También se utiliza la sueroterapia para frenar un parto pretérmino administrando fármacos que intentan detener las contracciones, o en caso de que la embarazada se encuentre en una situación peligrosa para la vida del feto y la suya propia, como una tensión excesivamente alta.
Afortunadamente esta terapia apenas presenta contraindicaciones, ya que se emplean en pequeñas dosis y en forma de sales para una mejor absorción.
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