La investigación realizada a 1.700 niños durante 12 años, muestra que los niños sedentarios al comenzar el estudio, tenían un 50% más de posibilidades de desarrollar rinitis alérgica que los que regularmente hacían ejercicio, y descartan que por motivos de padecer la alergia evitaran realizar actividad física.
Considerando los agentes externos que pueden influir en el desarrollo de la rinitis alérgica infantil, como el contacto con animales, el humo del tabaco, antecedentes alérgicos o si la alimentación durante la lactancia había sido con leche materna o de fórmula, el porcentaje de niños sedentarios y riesgo a desarrollar la alergia seguía siendo del doble en comparación con los niños activos.
Hay ciertos estudios que parecen intencionados para lograr otros fines, como podría ser en este caso, promover el ejercicio físico en los niños, pues los propios investigadores afirman que este estudio “es mera especulación científica". En este caso, tomando nota de la recomendación, se puede sacar beneficio, pero nos enseña que debemos estar siempre muy bien informados antes de tomar cualquier estudio en serio.
Vía | Doyma Más información | National Research Center for Environment and Health