Un déficit de zinc desencadena varias enfermedades, ya que incide en el sistema inmunológico. Los programas de educación sanitaria incorporan el aporte adecuado de zinc para intentar disminuir la morbilidad y la mortalidad en relación con los síntomas del VIH infantil.
Según los expertos, el zinc podría mejorar la inmunodeficiencia de los niños que padecen Sida. Para ello, hicieron un estudio en África, donde el Sida infantil está presente notablemente. Administraron un suplemento diario de zinc a un grupo de niños durante seis meses y compararon los resultados con otro grupo que no tenía dicho suplemento. Determinaron que un suplemento de zinc ayudaba a disminuir las complicaciones infecciosas asociadas a la enfermedad y, por lo tanto, disminuir la mortalidad de estos niños.
Esta medida propiciaría una mejora de los niños aunque nos parece que momentánea, pues la enfermedad avanza con el tiempo y el zinc no es la solución, y si no dotan a estos países de medios necesarios para administrar a estos niños el tratamiento retroviral, de poco servirá ese suplemento de zinc.
Vía | Websalud