Ya que los bebés son muy sensibles al frío, no debe escatimarse en cuidados, abrigar correctamente al bebé es lo primordial y acudir a lugares en los que la contaminación ambiental sea menor.
Tampoco es cuestión de ponerle toda la ropa posible para que no pase frío, hay que abrigarlo convenientemente con ropa que le de libertad de movimiento y no olvidar un gorrito que le cubra los oídos, ya que además se evitará el riesgo de que sufra una otitis, unos guantes o manoplas y unos buenos patucos. Si el día es ligeramente lluvioso, es muy apropiado utilizar un buzo impermeable, dan calor y permiten la transpiración, sólo se deberá prescindir del paseo si llueve o nieva con mucha intensidad, si hay niebla o hace mucho viento, claro que lo principal es el estado de salud del bebé, así que si está enfermito o tiene un poco de fiebre, es mejor quedarse en casa.
Un ligero resfriado no es inconveniente para salir de paseo, ya que el aire húmedo y frío colabora en la respiración del bebé despejando las vías respiratorias.
El cochecito del bebé también debe estar adecuado para el invierno, por ejemplo poniendo un colchoncito de gomaespuma debajo del colchón si todavía va acostado en él, o una mantita doblada en la espalda, para que la tenga bien protegida del frío si va sentado.
Tampoco hay que descuidar la piel del bebé aunque los rayos solares sean más suaves que en la época estival, hay que valorar la climatología de donde nos encontramos y la delicada piel del bebé también debe ser protegida del frío.
En Bebés y más | Pasear al bebé en días fríos