Nadie nos enseña a ser padres de adolescentes, y es algo que debemos aprender sobre la marcha con el devenir de los acontecimientos. Es normal que en el camino cometamos errores, pero también es importante aprender de ellos y enfrentarnos a nuestros propios miedos e inseguridades para criar hijos felices, también en esta etapa de la vida.
Uno de los aspectos clave para ello es confiar en nuestros hijos y manifestárselo cada día con hechos y palabras. Y es que pocas frases tienen un impacto positivo tan grande en la autoestima del adolescente como escuchar a sus padres decirle: "confío plenamente en ti".
¿Por qué tu hijo adolescente necesita que confíes en él?
Nos pasamos la infancia de nuestros hijos alentándolos, animándoles a tomar sus propias decisiones y confiando plenamente en ellos. Sabemos que hacerlo les ayuda a desarrollar su autoestima y les preparara para la vida. Pero, ¿qué ocurre cuándo llegan a la adolescencia?
Como padres, esta etapa completamente nueva para nosotros puede llegar a desbordarnos: sus primeras salidas con amigos, sus primeras relaciones amorosas, los peligros del alcohol y las drogas, el acceso a Internet... ¿Es posible "seguir confiando" cuando los acontecimientos a los que nos enfrentamos adquieren tales dimensiones?
Pues lo cierto es que no solo es posible, sino deseable que así lo hagamos, tanto por ellos, como por nosotros mismos.
Claro que se equivocarán en más de una ocasión (¿quién no se equivoca?) y probablemente nos sintamos defraudaos y tristes por ello. Pero está bien hablar de estos sentimientos abiertamente y no dejar de confiar ante el primer error que cometan.
Nuestros adolescentes merecen un voto de confianza -como nosotros también lo deseábamos a su edad-. Necesitan saber que creemos en ellos, que confiamos en su criterio y que aunque gocen de una mayor libertad, independencia y autonomía, seguiremos estando a su lado para guiarles y enseñarles a aprender de sus errores de una forma positiva.
Pero es que además, si lo pensamos bien nos daremos cuenta de lo agotador que resulta para los padres no confiar en sus hijos. Querer controlarlo todo evitando que tomen decisiones o hagan cosas por miedo a que se equivoquen nos provoca estrés y ansiedad, y aumenta nuestra carga mental.
Por eso, si a lo largo de la infancia de nuestros hijos hemos fomentado un apego seguro y una relación positiva, respetuosa y empática, no deberíamos temer la llegada de la adolescencia, a pesar de tratarse de una etapa plagada de estigmas y prejuicios sociales.
Y es que muy probablemente, nuestros hijos estarán más que preparados para enfrentarse con éxito a las diversas situaciones que se irán encontrando, y en caso de dudas nos pedirán consejo y ayuda en base a esa relación de confianza mutua que hemos ido forjando.
"Confío en ti", tres palabras con un impacto muy positivo en la autoestima
Pero además de demostrárselo con hechos, no está de más reforzarles con palabras la idea de que confiamos en ellos. Y es que al igual que sucede con otras frases motivacionales e imprescindibles en la crianza, las palabras "confío en ti" tienen un poderoso impacto en la autoestima y el desarrollo de la personalidad del adolescente.
Para empezar, escuchar estas palabras de boca de los padres empodera al adolescente y aumenta su autoconfianza y seguridad a la hora de tomar decisiones y creer en sus propias capacidades para lograr aquello que se proponga. Igualmente, si a pesar de haber cometido algún error, nuestro hijo continua recibiendo muestras de que confiamos en él, le será más fácil enfrentarse a sus fallos con actitud positiva, aprender de ellos y rectificar.
Por último, no debemos olvidar que las palabras "confío en ti" denotan empatía y apoyo incondicional por parte de quien las pronuncia. Esto impacta en el bienestar emocional del adolescente y, por consiguiente, fortalece la conexión y el vínculo afectivo y de confianza entre padres e hijos.