Ayer os comentamos en una extensa entrada por qué dormir con los hijos, lo que se conoce habitualmente como colecho, era beneficioso tanto para ellos como para nosotros, los padres. Estoy seguro de que muchos padres, sin saber de los beneficios, duermen igualmente con sus hijos por una cuestión de lógica: todos duermen así mejor. Estoy seguro también de que, tras conocer lo recomendable que es, muchos padres dormirán con sus hijos sin las típicas reticencias que dicen que se harán más dependientes y nunca se irán a su habitación.
Dando entonces por bueno el colecho, a algunos padres les asalta entonces una duda: ¿hasta cuándo? ¿Cuándo pasar al niño entonces a la cuna o la cama? ¿A los tres meses? ¿A los seis? ¿Al año? ¿Nunca?
Antes de los tres meses
Conozco madres que han puesto a dormir a su bebé en una habitación apartada desde los primeros días. Hay métodos de crianza que lo recomiendan (aunque casi nadie lo hace), argumentando que si no conoce el dormir acompañado, nunca querrá dormir con los padres y así no dará "problemas por las noches". La realidad es que no se recomienda que un bebé duerma solo, en otra habitación, antes de los tres meses. El riesgo de muerte súbita, el riesgo de atragantamiento tras una regurgitación y el riesgo en general de que le pase algo mientras dormimos es alto, así que no, no es antes de los tres meses.
Además, el argumento es erróneo. Parte de la base que un bebé que quiere dormir con los padres lo hace porque lo ha aprendido y esto no es así. Los bebés nacen queriendo estar con nosotros, necesitando estar con nosotros. Algunos hay que podrían dormir solos en otra habitación sin llamarnos, pero son una minoría tan minúscula, seguro, que no tiene sentido hacer la recomendación para todos los bebés.
Antes de los seis meses
O a los seis, como recomiendan muchos profesionales porque podría estar ligado el dormir solos con el empezar a comer. Digo yo, porque si no, no sé cuál es el argumento. Dicen algunos estudiosos del sueño que a los seis meses todos los bebés pueden dormir toda la noche. Les invito a que vayan a mi casa, y a todas las casas donde haya bebés de seis meses, para que se den cuenta de que eso es mentira.
Dice la AEPED que a los 6 meses duerme, entre las 0 h y las 6:00 h, seguido, sólo el 16% de los bebés. Así que no, no es una buena edad para pasarlo de la cama a la cuna ni a su habitación. Además, si habíamos dicho que el colecho es beneficioso, ¿por qué dejarlo tan pronto?
Dejar de colechar al año de vida
Después de los seis meses, otra barrera psicológica son los doce meses, el año de vida. Duermes con tu bebé hasta el año y la presión social empieza a ser asfixiante. Nadie entiende por qué lo haces, te dicen que eres blanda, que estás haciendo algo muy negativo con tu bebé y que debes pasarlo ya, o no se irá nunca de la habitación.
A los doce meses algunos bebés ya son capaces de dormir bastante bien durante la noche, aunque muchos aún se despiertan. Si un niño duerme medianamente bien, los padres consideran que ya es momento de pasarlo a la habitación y el niño lleva bien ese cambio: adelante. Si en cambio el niño no considera que esté mejorando en nada por estar solo y llora y empieza a despertarse más, la presión social es equivocada. O sea, lo negativo no es tenerlo con nosotros, sino cambiarlo a otra habitación.
La explicación es muy simple: una de las razones por las que los niños duermen mejor con nosotros es porque se sienten más seguros, más tranquilos. Si estando solos se despiertan más porque se sienten inseguros es que aún son pequeños para irse.
Y entonces, ¿no dejamos de dormir con el bebé nunca?
No, tampoco es eso. Apliquemos la lógica: cuando un consejo o recomendación sirve para la mayoría, puede considerarse bueno. Si hay algún niño que duerme separado de sus padres y lo pasa mal, pero la gran parte resulta que con doce meses duerme genial, habrá que ver si a ese niño le pasa algo o es que simplemente necesita más contacto y cariño que los demás. Pero esto no es lo que suele ocurrir. Cuando sacamos a los niños de 12 meses a su habitación lo que suele pasar es que lloran, se despiertan más, no quieren estar solos, etc. Entonces, cuando un consejo sólo sirve para una minoría, porque a la mayoría les va mal, lo que está mal no es lo que hacen los padres, sino la recomendación.
Ya os conté una vez que siguiendo un método inventado por mí mismo, intenté que mis hijos no se fueran nunca de nuestra cama. Quería dormir con ellos toda la vida. Fracasé estrepitosamente porque el mayor se fue a los seis años y el mediano empezó a irse cuando tenía tres.
¿Cuándo pasar al niño a la cama o la cuna?
La respuesta a la pregunta es muy simple: cuando queráis todos. Nunca digo una fecha ideal, nunca hablo de tales o cuales meses. Sólo digo esto, cuando todos en una casa estén de acuerdo, incluido el niño. En ese momento, si todos queréis, no habrá fracaso, ni llantos, ni malestar, ni miedos, ni terrores, ni "mamá, dame agua", ni "tengo hambre", ni "me duele la barriga", ni todas aquellas frases que a los niños se les ocurren para tratar de arañar unos segundos o minutos a la solitaria y oscura noche.
Como digo, el mayor se fue con seis años y nunca volvió, y durmió como un rey desde la primera noche. El mediano, con cuatro ya no volvía, tampoco. Es normal, a esa edad tienen ya claro que después de la noche viene el día, que no hay peligro y que papá y mamá están ahí al lado. Estando solos en su habitación, no se sienten solos, porque estamos ahí. Y no se sienten solos porque el uno se tiene al otro (en nuestro caso). Así que lo dicho, se duerme con el bebé hasta que decidáis todos que llegue la separación. Es probable que los más reticentes, para entonces, seáis los padres, porque cuando llevas un tiempo disfrutando de las noches juntos, somos nosotros los que más disfrutamos de ello.
Fotos | Thinkstock
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