Esto es una cualidad que poseen unos pocos, pero nosotros también podemos educar el sentido del gusto de nuestros hijos mediante una amplia y variada alimentación, cuanto más variada sea más estímulos se provocarán en el sentido del gusto y como consecuencia se realizarán nuevas conexiones neuronales que se identificarán con los nuevos sabores.
Hay una amplia oferta de alimentos que ayudan a desarrollar plenamente este sentido, una dieta rica y variada ayuda en la educación del sentido del gusto. Cuantas veces hemos visto niños, ya un poco mayores que se cierran en banda y no quieren probar nuevos alimentos, algunos incluso sólo quieren una decena de tipos de platos y esto siempre tiene que ver con la educación inicial de los sabores. Por este motivo, es aconsejable iniciar cuanto antes esta educación del gusto.
Hay que invitar al niño a probar siempre los guisos, no aceptar un no por respuesta o un no me gusta, sin antes haberlo probado. Y aún así, en algunas ocasiones más hay que volverle a invitar a probar el mismo plato, ya que de esta manera se acostumbran al sabor gracias a las nuevas conexiones neuronales que se van estableciendo.
Pero para que sea mucho más fácil darle estas nuevas comidas al niño, debemos hacerlo de una manera divertida como decirle que pruebe el guiso con la punta de la lengua y tu hacer lo mismo, la situación es un poco cómica pero efectiva para muchos niños. Ayuda a que no den precipitadamente un no.
Laboriosa y gratificante es la tarea de los papás para educar en todos los sentidos a los hijos, educar el sentido del gusto le ayudará a tener una buena alimentación cuando crezca.
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