Probablemente una de las dudas más grandes que tenía cuando recién me convertí en madre era el saber cuándo era apropiado o recomendable asistir a ciertos lugares con mi bebé.
Hay lugares a los que por sentido común las madres no asistimos con bebés o niños pequeños, como aquellos con mucho ruido o que puedan presentar un riesgo para ellos.
¿Pero qué hay los lugares como los restaurantes? ¿Hay alguna edad en la que se considere no apropiado llevar a un bebé o niño? ¿Qué opinan de los lugares que prohíben la entrada a niños pequeños? Te comparto mi opinión y la polémica que ha provocado un restaurante en Estados Unidos al prohibir la entrada a niños menores de cinco años.
Quizás sea por el uso de redes sociales, quizás sea simplemente que ahora las personas se atreven a decir más cosas que antes, pero pareciera que existe una especie de moda anti niños últimamente.
No es raro encontrarse publicaciones en Facebook o Twitter de personas quejándose de la presencia de niños en lugares como restaurantes o cafés. Su principal reclamo es que no les permiten comer en paz porque los niños están gritando o corriendo, y es por ello que algunos lugares han optado por prohibirle la entrada a los niños pequeños.
El ejemplo más reciente es un restaurante en Carolina del Norte, que recientemente anunció que no permitirá niños menores de 5 años. El lugar, de nombre Caruso's es un restaurante italiano de lujo reconocido en su ciudad, y de acuerdo con el portal WCNC el dueño tomó la decisión después de demasiados incidentes de niños pequeños llorando, gritando y portándose mal, pues trastornaban el ambiente del lugar.
Desde luego las reacciones no se han hecho esperar, desde padres molestos hasta comensales aplaudiendo su decisión, pues les permitirá disfrutar una cena sin gritos o empujones. Pero así como hay padres que los acusaron de discriminación, hay otros que apoyan esta nueva regla, pues consideran que el lugar no es apropiado para llevar a un bebé o un niño pequeño. Sorprendentemente, desde que se tomó es nueva medida, el restaurante ha elevado su clientela y las reservaciones casi se han duplicado.
Entonces, ¿no debemos llevar a niños pequeños a restaurantes?
Ahora, si bien no es el primer restaurante en prohibir la entrada a niños, me parece que la idea no es tan extrema. Como madre sé que salir a comer con niños pequeños es una moneda al aire: o puede ser una salida tranquila en familia o puede ser un concierto desastroso combinado con una guerra de comida.
Personalmente creo que este es un tema algo complejo. Por un lado, me parece que esto podría alentar a que se tenga cada vez menos tolerancia a los niños. Pero por otro lado, al menos en este caso, esta regla sí podría ser válida. Pensemos un momento en nuestra vida antes de tener hijos. Estamos hablando de un restaurante de lujo al que probablemente las personas que asistan van porque se trata de una ocasión especial o porque desean ser atendidos de manera diferente a un lugar de comida rápida o con ambiente más familiar.
Aunque a mí nunca me ha molestado que un niño haga las cosas que son naturales en ellos, como correr o gritar, lo que sí me molestaba antes de ser madre (y me sigue molestando) era cuando los padres no les decían nada. Un niño puede no saber cómo comportarse correctamente o de manera respetuosa, un adulto sí. Hay padres que sin ser estrictos o amenazadores, logran que sus hijos estén tranquilos o sin hacer mucho escándalo, ya sea porque les enseñan valores desde pequeños o porque saben están muy atentos a los comportamientos y señales de sus hijos, así que saben cuándo es el momento de actuar.
¿Qué podemos hacer para que todos estemos felices al comer fuera?
Lo primero es ser realista. Por más que tengamos planes o pensemos en las cosas que podrían suceder, la vida con hijos pequeños suele ser impredecible. Pero siempre podemos prepararnos para que las salidas en familia sean un buen momento y que no incomodemos a otras personas.
Hay que ponernos en el lugar de nuestros hijos. Si uno se aburre esperando que le traigan la comida, ahora imagínense un niño, que tiene toda la energía del mundo. Para ellos todo es nuevo, todo es digno de ser observado y explorado. Por eso como padres, lo repito, debemos ser realistas y estar preparados para esos momentos. Hay diversas maneras de entretener o distraer a nuestros hijos en un restaurante, incluso sin tener que recurrir a nuestro smartphone o tablet.
Si en el peor de los casos, se desata un berrinche monumental, siempre esta la opción de salir un rato con tu hijo para distraerle, hablarle tranquilamente sin sentir mil ojos mirándote y que él vea un panorama diferente, para después volver a la mesa y seguir disfrutando la comida. Yo he visto que esto lo hacen muchos padres y en la mayoría de los casos funciona pues los niños vuelven con una sonrisa.
Creo que los padres no tenemos por qué limitarnos al momento de salir a comer a un restaurante con nuestro bebé o hijo. Es normal sentirse algo incómodo si alguien nos hace una mala cara, pero debemos procurar no estresarnos y enfocarnos en las necesidades de nuestros hijos en ese momento.
A mí me encanta salir a comer fuera con mi esposo y mi hija de dos años. Y aunque a veces ella no esté de humor, siempre lo veo como un buen momento para compartir algo diferente en familia. Simplemente hay que usar el sentido común: si un restaurante es elegante o de lujo, podría no ser el mejor lugar para un niño que quiere correr o que se desespera muy rápido. Ya crecerán los hijos o tendremos alguna noche libre para acudir a cenar tranquilamente en ese tipo de lugares.
Vía | WCNC
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