Estas son las cosas que no se deberían decir nunca a los padres con muchos hijos

Juzgar y opinar sobre la maternidad ajena es, por desgracia, una práctica demasiado habitual. En más de una ocasión nos hemos hecho eco de frases desagradables o comentarios fuera de lugar, que a veces tienen que escuchar las madres acerca de su crianza.

Y entre ellos destacan, especialmente, los que a menudo reciben las madres y padres de familias muy numerosas, que deben enfrentarse no sólo a juicios y preguntas de extraños, sino a miradas que en muchas ocasiones van cargadas de desaprobación. Si tú también tienes una familia grande, seguro que en más de una ocasión has tenido que escuchar algunos de estos comentarios...

"¿Son todos tuyos?" o "¿Son todos del mismo padre?"

De las más de seis millones de familias que hay en nuestro país, sólo 608.000 tienen tres hijos o más. Las familias numerosas no abundan, y menos cuanto mayor es el número de hijos que la integran. Por eso suelen llamar tanto la atención.

Casi todas las madres y padres de familias grandes coinciden en decir que las preguntas "¿son todos tuyos?" o "¿son todos del mismo padre?" resultan impertinentes y fuera de lugar, porque además suelen ser formuladas con un tono negativo o extremadamente crítico.

"La pregunta de si son todos míos me ha la hacen muy a menudo. Una vez me la hizo una señora en la calle y cuando le respondí que sí, le cambió la cara y comenzó a gritar "¡ay madre, cuánto trabajo, qué agobio!". Yo quité hierro al asunto y le dije que no se agobiara, que yo estaba feliz" - recuerda de manera anecdótica esta madre de siete hijos.

Y es que en la mayoría de las ocasiones, este tipo de comentarios se hacen sin tener en cuenta la sensibilidad de los niños que están delante, ni las circunstancias personales y sensibles de cada familia, tales como adopciones, familias reconstituidas, o que alguno de los dos miembros de la pareja esté viudo y haya hijos del matrimonio anterior.

"¿Otra vez embarazada?" o "¿Cuándo vas a parar?"

Si hay algo que todos los padres y madres de familias numerosas detestan es que se les pregunte continuamente cuándo van a parar de tener hijos: "Es una decisión personal que no debería tener que compartir con ningún extraño", manifiesta indignada María, madre de cinco niñas.

Este tipo de preguntas indiscretas admite múltiples variaciones: desde aquellos que ponen el foco en el padre con frases del estilo, "¿cuándo te vas a cortar la coleta?", hasta aquellos que lo ponen en la madre, asesorando sobre el método anticonceptivo que debería usar para evitar "seguir teniendo hijos". ¡Como si el hecho de querer aumentar la familia fuera fruto de la ignorancia!

"¿En vuestra casa no hay tele?"

Creo que este es un clásico que nunca pasa de moda, aunque últimamente han ido surgiendo otras modalidades más acordes a los tiempos que corren como por ejemplo, "¿en vuestra casa no hay Netflix?"

Hay quien decide tomárselo con humor, como nos comentaba Irene, madre de nueve hijos en esta entrevista que le hicimos hace algunos meses. Pero para otras personas se trata de un comentario impertinente y descarado, que sitúa a la pareja en el centro de carcajadas y mofas.

"¿Por qué tantos?" o "¿No tienes suficiente con los que tienes?"

Y dentro del grupo de los sorprendidos ante el número de hijos de una familia, está quienes piensan que con uno o dos debería ser suficiente, y no entienden cómo alguien desea seguir aumentando la familia más allá de los "socialmente aceptado".

Es entonces cuando entran en juego frases cargadas de juicios críticos que ponen a la pareja en una situación muy comprometida, en ocasiones incluso con sus niños delante:

"Soy madre de cinco hijos y mi pequeño es un terremoto que va haciéndose notar allá por donde pasa. Un día, en la cola del supermercado, un señor me dijo que imaginaba que con la llegada de mi hijo pequeño ya me habría quedado "suficientemente satisfecha" y habría decidido parar. Me sentó muy mal este comentario delante de todos mis hijos, que debieron pensar que en su día ellos no fueron "suficientes para mí" y por eso decidí seguir ampliando la familia" - me confiesa, indignada, una madre de familia numerosa.

"¡Que pena! ¡Tan jóvenes y con tantos hijos!"

En general, hay gente que piensa que tener hijos a una edad joven es algo así como "desperdiciar la mejor etapa de la vida". Y os lo digo con conocimiento de causa, pues fueron muchos los comentarios que tuve que escuchar en esta línea cuando nació mi primer hijo.

Pero si además decides ser madre de familia numerosa antes de la edad socialmente aceptada, las críticas están aseguradas. Así lo manifiesta Angie, una mamá joven de cuatro niños que lleva tiempo escuchando comentarios negativos en torno a su edad y el número de hijos que tiene.

"¡No vais a poder dar estudios a todos!"

Esta es una de las grandes preocupaciones de las personas que se topan con las familias numerosas. Pero Andrea, mamá de cuatro peques, saca su lado irónico y tranquiliza a la gente que se interesa por este aspecto, diciéndoles que los padres de familias numerosas cuentan en nuestro país con descuentos para las matrículas universitarias de todos sus hijos.

"Por vuestra culpa nos quitan las ayudas a los que tenemos pocos hijos"

Pero, aunque hay gente a la que le preocupa lo que los padres puedan o no puedan dar a sus numerosos hijos, otros adoptan el papel contrario y se indignan cuando se enteran de las prestaciones y ayudas que reciben las familias numerosas.

Este tipo de comentarios los escucha a menudo Fanny, madre de cuatro hijos. ¡Y es que hay quien cree realmente que las grandes familias viven de manera holgada gracias al Estado!, pero nada más lejos de la realidad.

"¿No confundes sus nombres?"

Marta ha crecido dentro de una familia numerosa, y son muchos los recuerdos que tiene de su infancia acerca de las preguntas o comentarios que la gente hacía a su madre cuando iba por la calle con sus seis hijos.

Y entre ellas destaca esta, que viene a poner en duda la capacidad de una madre para atender a sus hijos, empezando por saber nombrar correctamente a todos. Pero ¡qué levante la mano quien no haya tenido alguna vez lapsus similar, sin que el número de hijos en este caso sea un dato relevante!

"¿Sois del OPUS?"

Creo que este es el comentario estrella que reciben casi todas las familias de nuestro país que deciden tener más de dos hijos, y que tiende a hacerse cada vez más recurrente a medida que aumenta el número de miembros de la familia. Y es que realmente hay gente que piensa que el único motivo que está detrás de querer ampliar la familia son las creencias religiosas: "o eres del OPUS, o no se entiende que quieras tener tantos hijos".

Sin duda esta pregunta me resulta realmente desagradable y fuera de lugar, pues religiosos o no, ninguna familia debería sentirse presionada o en la obligación de tener que dar una explicación sobre el número de hijos que desea o no desea tener.

"No te aburriras, ¿no?"

¡Pues lo cierto es que no! Las madres y padres no nos aburrimos, tengamos un hijo, dos, tres o seis. Porque en el que momento en que nace tu bebé, su vida pasa a depender enteramente de ti: 24 horas, y 365 días al año. ¿Cómo aburrirse con semejante y maravilloso trabajo?

Así que las madres y padres de familias muy numerosas no se aburren, como tampoco lo hacen el resto de progenitores entregados y preocupados por la crianza y educación de sus hijos, con independencia del número que tengan.

"Si yo tuviera dinero también tendría más hijos"

Es muy habitual pensar que las grandes familias tienen mucho dinero, no tienen problemas económicos y viven holgadamente con tres, cuatro, cinco o más hijos. Pero, según un estudio llevado a cabo por la Federeación Española de Familias Numerosas, la mitad de las familias numerosas llega con dificultades a final de mes, y una de cada tres debe tirar de ahorros o contraer deudas para hacer frente a los gastos y a las necesidades que surgen.

Así pues, el argumento económico no es válido en estos casos, aunque por otro lado, no entiendo que haya gente que deba justificarse ante una familia numerosa sobre el por qué ellos no deciden tener el mismo número de hijos.

"Pero tu marido, ¿a qué se dedica?"

Y en la línea del punto anterior se encuentra esta otra pregunta imprudente y cargada de curiosidad, de quienes esperan comprender el por qué de tanto crío, enterándose de la profesión del padre de familia. Para muchas madres este comentario resulta machista y arcaico, pues de inicio presupone que la mujer no trabaja fuera de casa, o que si lo hace, su aportación económica no es tan importante como la de su marido.

Además, la pregunta resulta tremendamente indiscreta y violenta, por hacer referencia a la economía de una familia.

Miradas que lo dicen todo

Luego están aquellos que no preguntan ni comentan, pero que sus miradas lo dicen todo:

  • Gente que escanea de arriba a abajo a todos los niños, y seguidamente a sus padres con gesto de absoluta desaprobación.

  • Gente que no esconde sus miradas de asombro ante un elevado número de hijos.

  • Gente que vuelve su mirada cuando una familia muy numerosa se cruza con ellos, para asegurarse que lo que acaban de ver es algo real y no una ilusión óptica.

Y dentro de este grupo están también aquellos que no preguntan de manera indiscreta, sino que directamente deciden regañar o dar un sermón a esos "padres locos o insensatos que han traído tantos hijos a un mundo que está tan mal".

Pero también hay cosas bonitas...

Pero las madres y padres de familias numerosas nos cuentan que también hay momentos preciosos protagonizados por gente empática, amable y cariñosa, que les alegran la jornada con una sonrisa cómplice, una mano amiga, o un comentario cargado de palabras bonitas:

  • "Me gusta cuando alguna anciana me para por la calle y me dice con ternura que le recuerdo a ella cuando era joven y a sus hijos cuando eran pequeños. Y a continuación me cuenta episodios de su vida que me emocionan o me dejan boquiabierta. La sabiduría de la gente mayor es increíble"

  • "Yo me quedo con los comentarios de la gente que se dirige a mis hijos para decirles que son afortunados por tener tantos hermanos"

  • "Cuando llega la Navidad no suele faltar el comentario de alguien que dice aquello de: ¡qué alegría más grande se debe respirar en tu casa, con tanta ilusión infantil!"

  • "A mí me encanta cuando me paran por la calle y me preguntan los nombres de mis siete peques, les dicen cosas bonitas y a continuación se despiden diciendo "¡que se críen con mucha salud!"

  • "Yo agradezco mucho a la gente que me dice que soy fuerte, y que les sirvo de inspiración. No me considero mejor que nadie, pero hay días en los que las fuerzas flaquean tanto que viene muy bien que alguien te recuerde lo maravillosa madre que eres"

Fotos | iStock, Pixabay

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