¿Recuerdas cómo imaginabas que sería la maternidad, antes de tener hijos? Probablemente al igual que muchas mujeres, estabas llena de ilusión imaginándote embarazada y después con tu bebé en brazos. Y es que la maternidad es indudablemente una experiencia única.
Y como muchas otras situaciones, casi sin darnos cuenta, la hemos idealizado un poco. Por eso hoy quiero hablarte de las dos maternidades que existen: la maternidad real y la maternidad idealizada.
La maternidad idealizada
Si no tienes sobrinos o alguna amiga que haya sido madre, quizás tu única referencia acerca de cómo es la maternidad es aquella que vemos en los medios, llámese películas, series de televisión o revistas. Actualmente con el uso de las redes sociales y el aumento de las celebridades que se convierten en madres, para muchas mujeres la maternidad podría parecer color de rosa.
Y no es que sea todo lo contrario, sino que simplemente al ver en Facebook e Instagram cuentas de madres con fotografías perfectas, casas salidas de catálogo de IKEA, el piso libre de juguetes, cocinas impecables, sábanas resplandecientemente blancas y niños elegantemente vestidos que parecen ser todo el tiempo unos angelitos, es fácil crearse una imagen idealizada de la maternidad.
Ahora, no se trata de criticar este tipo de fotografías. Personalmente, me gusta seguir cuentas de este tipo porque son imágenes agradables a la vista, me provocan una sonrisa y además sirven como inspiración para tomar fotos divertidas y tiernas con nuestros hijos. Pero estoy consciente de que lo que ahí se mira son solo pequeños fragmentos de momentos en los que todo estaba en orden y probablemente la mayoría del tiempo no sea así.
El problema que sucede con este tipo de imágenes acerca de la maternidad, es que además de que continúa idealizándola, ejerce una especia de presión en las madres que les hace sentir que no están haciendo bien las cosas porque su vida no es como la de esas imágenes, creando un sentimiento de inseguridad acerca de ellas mismas y de su capacidad como madres, resultado que pudieron comprobar hace algunos meses en un estudio que les compartimos en Bebés y más.
La maternidad real
¿Y cómo es la maternidad "real"? En realidad, no existe un tipo de maternidad que sea la verdad absoluta, pues cada mujer vive la maternidad de manera diferente, única y especial. Pero definitivamente sí existe una enorme diferencia entre lo que vemos en los medios y la vida "real", lejos de toda pose y en el día a día.
La maternidad real está llena de buenos y malos momentos, de abrazos y risas pero también de pañales con popó explosiva. En la vida de una madre se podría decir que todo puede pasar, pues a diferencia de lo que parece en esas dulces imágenes de Instagram, los niños son impredecibles, especialmente en esa etapa en la que están aprendiendo a conocer y manejar sus emociones.
En la vida maternal hay desvelos, cansancio, ojeras, cabelleras despeinadas, camas sin hacer, cocinas desordenadas, ropa con manchas y juguetes que al ser pisados nos hacen retorcernos del dolor. Hay momentos bellos y hermosos, y seguramente también habrá situaciones similares a las de esas hermosas fotos en redes sociales, pero la mayoría del tiempo la maternidad es un hermoso e impresionante caos.
Mantengamos expectativas realistas
Como les comento, no se trata de criticar esas lindas fotos, ni tampoco de poner la maternidad como si fuera un eterno desorden en el que nuestras vidas nunca volverán a a normalidad. Simplemente se trata de recordarnos que aquello que vemos en redes no es un reflejo de la realidad ni dicta cómo debe ser nuestra vida.
Siendo mamás, a veces caemos en esa mala costumbre de compararnos con lo que vemos en otros lados, especialmente cuando sentimos que estamos fallando en nuestro papel. Todas tenemos días buenos y días malos, días en los que los planetas se alinearon para que todo saliera a la perfección y días en los que nos levantamos con el pie izquierdo.
Mantengamos expectativas reales de la maternidad, que es una experiencia como ninguna otra y con altos y bajos. Es un largo camino en el que vives alegrías desmesuradas, preocupaciones agobiantes, amor infinito y tristezas profundas, en el que aprendes a exprimir hasta el máximo tus capacidades, adquieres nuevas habilidades y además, es algo que te mantiene motivada y agotada al mismo tiempo.
Recuerda, estás haciéndolo bien
Maternidad real o maternidad idealizada, lo cierto es que cada una de nosotras hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos. No seamos tan duras con nosotras mismas, mantengamos nuestras expectativas a un nivel realista y reconozcamos la labor que hacemos como madres.
Creo que la mejor manera de comprobar si somos buenas madres, es comparándonos únicamente con nosotras mismas, pues nadie más podría hacer el hermoso trabajo que hacemos cada una con nuestros hijos. Recuerda mamá, que la perfección no existe, y casa limpia o casa sucia, arreglada o despeinada, lo estás haciendo bien.
Fotos | iStock
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