Hoy en día no resulta extraño ver a niños y adolescentes con un móvil en la mano. Ya sea propio o de sus padres, son muchos los jóvenes que desde su infancia o su adolescencia han comenzado a utilizar este tipo de dispositivos - pese a las advertencias de los expertos sobre las consecuencias negativas de ello.
Entender por qué sucede esto es sencillo: dar un móvil a nuestros hijos parece ser la solución a muchos problemas y hace muy prácticas algunas cosas del día a día. Pero además de esto, no podemos negar que la presión social y la comparación también influyen en ello, pues al ver que otros niños lo tienen es normal que nuestros hijos tengan la tentación de pedir uno.
Sin embargo, si eres de los padres que desea esperar por lo menos hasta la edad mínima recomendada para dar un móvil a tu hijo y que esto no se convierta en motivo de disgusto en casa, hay algunas medidas que puedes aplicar.
Kathleen Pike, directora ejecutiva de One Mind at Work y profesora de psicología en el Columbia University Irving Medical Center y Zach Rausch, científico investigador en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y principal investigador del bestseller número uno del New York Times "The Anxious Generation" de Jonathon Haidt, comparten cinco consejos sobre cómo evitar darles un smartphone a tus hijos:
1) Organízate con otros padres
Aunque actualmente pareciera que "todos ya tienen uno" -como podrían afirmarlo nuestros hijos-, en realidad sigue habiendo muchas familias que han decidido no darle un teléfono inteligente a sus hijos.
"Antes de actuar por tu cuenta, busca a un par de amigos de tu hijo, tres o cinco de ellos. Habla con sus padres y, si todos juntos deciden retrasar el uso de smartphones hasta la secundaria, será mucho más fácil porque entonces puedes decir 'Bueno, Johnny tampoco tendrá su smartphone hasta los 14 años'", sugiere Rausch.
Este consejo aborda precisamente una de las cosas que resulta más difíciles para un niño o adolescente: sentirse excluido por no tener un móvil. "Si tu hijo es el único sin un teléfono inteligente, eso podría presentar un conjunto adicional de factores de estrés para él", añade Pike. Si encontramos otras familias que piensen como nosotros, la conversación con nuestros hijos será más sencilla de comprender y aceptar.
2) Infancia basada en teléfonos vs. infancia basada en el juego
En relación al primer consejo, Pike y Rausch recomiendan algo que debemos tener en cuenta si muchos niños ya tienen un móvil y el nuestro no: reemplazar o compensar la "falta" del móvil con actividades y otro tipo de entretenimiento.
Entre las actividades que sugieren, una idea es formar un grupo de padres que organicen citas o tardes de juego cada semana, donde los niños jueguen al aire libre. En caso de que nuestros hijos ya sean adolescentes, quizás se podrían organizar salidas sociales con amigos, como ir a comer pizza.
"Pueden ser pequeñas aventuras independientes fuera de casa, y dependerá de cada lugar qué opciones existen: ir a un concierto, al cine", comentó Rausch.
3) Habla del tema con tus hijos antes de tiempo
Este es uno de los consejos que también recomienda la la psicóloga experta en tecnología Jacqueline Nesi, quien recientemente compartía algunos consejos para conocer la mejor edad para darle un móvil a un niño: hablar con nuestros hijos sobre los móviles de manera temprana y frecuente.
De igual manera, Pike y Rausch aconsejan comenzar la conversación sobre teléfonos inteligentes desde la niñez (por ejemplo, lo que se ha encontrado sobre su uso en la infancia), para que nuestros hijos no se sorprenda más tarde cuando lo pidan y digamos que aún no pueden tenerlo:
"Idealmente, esa conversación debería comenzar temprano, en lugar de de repente", dijo Rausch, explicando que será más difícil explicarles el por qué no, si no comprende las motivaciones y razondes detrás de nuestra decisión.
4) Predica con el ejemplo
Tal y como sucede en muchísimo aspectos de la crianza: la mejor lección o enseñanza que podemos dar a nuestros hijos es con nuestro propio ejemplo. En este sentido, habremos de dar un uso responsable y adecuado a nuestro propio móvil:
"Enfócate en lo que puedes controlar y parte de eso es intentar mostrar un buen uso de la tecnología como padre. Por ejemplo, mantener tu propio teléfono fuera del dormitorio por la noche es algo que los niños pueden observar. O durante la cena, guarda los teléfonos", aconseja Rausch.
5) Establece límites firmes
Finalmente, y en caso de que los niños insistan en pedir un móvil y recurran a cosas como rabietas o berrinches, los expertos recomiendan mantenerse firmes ante la decisión y no ceder a la presión de nuestro hijo:
"Necesitamos que los padres ejerzan un liderazgo fuerte y se sientan confiados al decir que no, y puede ser muy difícil establecer esos límites", explica Rausch. "Pero es como cualquier otro producto que tiene un alto riesgo de dañarlos, ya sea alcohol o cigarrillos. El conflicto probablemente ocurrirá, pero como padres, tenemos la responsabilidad y el valor de simplemente decir no, retrasar, y explicar algunos de los daños", añadió.
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