Hay algunos consejos que podemos seguir para que la transición les resulte más llevadera.
Lo más complicado es reacomodar las horas de sueño, para eso hay que comenzar unos días antes a acostar a los niños más temprano de lo habitual para que al día siguiente también se levanten antes.
Es de esperar que como están acostumbrados a dormirse más tarde, a la hora que tú los acuestes no quieran saber nada con dormirse, por eso conviene comenzar cuanto antes para se vayan habituando. Lo ideal es comenzar una semana antes adelantando de 10 ó 15 minutos cada día la hora de ir a la cama.
También es importante que los primeros días de cole los despiertes diez minutos antes para evitar el estrés de cambiarse y desayunar con el tiempo justo.
Para crearle ilusión por la vuelta al cole habla con el niño sobre la escuela, sobre sus compañeros, cómo será su rutina, ayúdale a prepara los materiales, y si se trata de un colegio nuevo, llévalo a conocerlo antes del primer día de clases.
Un buen consejo que me ha dado una amiga es permitirle que los primeros días lleven algún juguete o un objeto familiar en la mochila con el que se sientan más seguros.
Por supuesto, se recomienda acompañarlo el primer día de clases (si es posible ambos padres) y despedirlo afectuosamente pero con seguridad, aunque nosotros estemos más ansiosos que ellos.
Lo más adecuado es decirle que lo pasará muy bien junto a su maestra y amigos, y que lo buscaremos más tarde.
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