Una madre nos recuerda la importancia de hablar positivamente sobre nuestros cuerpos frente a nuestras hijas

Una madre nos recuerda la importancia de hablar positivamente sobre nuestros cuerpos frente a nuestras hijas
1 comentario

Como papás tenemos una gran responsabilidad sobre nosotros: educar y cuidar a nuestros hijos. Además de proporcionarles todo lo que necesitan, somos los primeros que les enseñamos valores y los preparamos para ser personas de bien.

Pero también está en nosotros ser un ejemplo o modelo a seguir, cuidando nuestras palabras y acciones. Mucho de lo que definirá la personalidad y forma de pensar de nuestros hijos es la manera en como nosotras lo hagamos. Y una parte muy importante que sin querer podemos dejar de lado, es la manera en como nos expresamos de nosotros mismos y de nuestro físico.

Ahora, una conversación que publicó una madre entre ella y su hija acerca de sus estrías, se ha hecho viral por el importante mensaje y recordatorio que nos deja.

A pesar de que nosotros podamos tener una grandiosa autoestima, todos los días nos vemos bombardeados por mensajes que nos dicen que lucir de una u otra forma es sinónimo de belleza.

Por eso es esencial preparar desde pequeños a nuestros hijos y especialmente a nuestras hijas para que se amen y acepten, logrando sentirse cómodas con su físico y evitar la autocrítica destructiva o negativa.

La conversación fue publicada en la página de Facebook de Allison Kimmey, acompañada de una foto donde aparecen madre e hija en bikini.

Hoy, mientras estaba en la piscina con mi hija:
Ella: ¿Por qué tu barriga es grande mami?
Yo: ¿A qué te refieres cariño?
Ella: Esas líneas, mami. (Apuntando a las estrías de mi barriga)
Yo: Oh, ¡esas son mis estrías!
Ella: ¿De dónde vienen?
Yo: Bueno, cuando yo era un poco mayor que tú, me salieron algunas de estas líneas porque crecí muy rápido! Y algunas de ellas son de la época en la que te tuve a ti dentro de mi barriga mientras crecías.
Ella: (mirando de manera inquisitiva)
Yo: Son brillantes, ¿verdad que son lindas?
Ella: Sí, y esta me gusta más, brilla mucho. ¿Cuando podré tener algunas?
Yo: ¡Tendrás tus propias líneas brillantes cuando seas un poco mayor cariño!
¡IMPORTA MUCHO COMO LE HABLAMOS A NUESTRAS HIJAS DE NUESTROS CUERPOS! Ellas están escuchando. Ellas están haciendo preguntas. ¡Y te corresponde a TI ayudarlas a definir cómo se sentirán acerca de estas cosas! ¿Prolongarás ese sentimiento de vergüenza que la sociedad ha puesto en ti? ¿O le enseñarás una nueva forma de amor?
Yo escojo el amor.
Solo sé tú.
Allie

La publicación ha sido compartida más de 72.000 veces y ha recibido miles de comentarios de mujeres aplaudiendo la manera en que manejó el tema de las estrías con su hija.

Es sumamente importante que cuidemos mucho nuestras palabras al expresarnos acerca de nuestro físico pues como lo menciona Allison, ellas nos están escuchando. Ya hemos hablado antes de que cuanto más nos obsesionemos las madres con nuestro peso, mayor es el riesgo de que nuestras hijas también lo hagan.

Yo en más de una ocasión me he encontrado diciendo en voz alta frente a mi hija que ya no comeré esto o aquello, o quejándome de mi ropa porque estoy gorda y no me gusta cómo me veo. No debería decir estas cosas frente a ella. Ni frente a nadie, ni sola. Afortunadamente mi hija apenas tiene dos años, así que estoy a tiempo de cambiar eso, para ella y para mí.

El educar a nuestras a hijas a aceptarse como son desde pequeñas y que la belleza no es algo que dicte la sociedad o las revistas de celebridades. Aprender a amar a tu cuerpo es quererle y cuidarle, y que mejor que darle el ejemplo nosotras mismas.

Vía | Facebook
En Bebés y más | Cuanto más te obsesiones con tu peso mayor es el riesgo de que se obsesione tu hija, Amy Cheney nos cuenta cómo su hija de tan sólo siete años, había elaborado un plan para seguir una dieta restrictiva

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Comentarios cerrados
    • Lucy, yo tengo dos niños pero comparto al 100% tus palabras (lo remarco porque parece que ellos, como hombres, se ven menos afectados por estos comentarios, pero también les "calan")

      Mi madre tuvo palabras muy duras conmigo durante mi infancia, porque siempre fui una niña gordita.
      Recuerdo mi adolescencia con muchísima pena
      Burlas, mucha vergüenza por mi físico y maltrato psicológico en la escuela, e incluso, por parte de desconocidos.
      Aunque muchos padres se empeñen en decir que eso ocurrió siempre, no quita que duela igual

      Este es el primer paso hacia la normalización.
      No entro en discusiones de "obesidad" o "extrema delgadez" simplemente que los cuerpos, salvo que hayan pasado antes por edición de photoshop, NO SON PERFECTOS.
      Pueden tener estrías, un pecho muy pequeño, unos muslos muy grandes, la nariz torcida, o granos en la cara... pero eso no nos da derecho a herir a nadie con nuestros comentarios.

      A mí me costó una enfermedad, un trastorno de la alimentación, que aunque aletargado, convive conmigo ahora que ya llego a la treintena.

      Me aplico el cuento, pues aún de vez en cuando sigo haciendo comentarios hirientes sobre mí misma (me asoma la lorza, este año llevaré bañador en lugar de bikini... esos yogures no los como, porque no son desnatados...) porque la mentalidad que ayudemos a contruir junto a nuestros hijos, será el futuro de mañana

      Gracias por empezar a hacer realidad el cambio

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