Las galletas de jengibre son una tradición navideña sueca. Se suelen cortar en pequeñas figuras de hombre, mujer, cerdo o corazón, y muchas veces se decoran con glaseado. No es raro que los niños ayuden a construir casitas de masa de galleta de jengibre para celebrar las Navidades.
Las casitas se montan con paredes y techos de galleta y se decoran con glaseados, caramelos o con frutos secos, como las que os muestro en las imágenes que me han hecho llegar un grupo de familias malagueñas.
Se debe comenzar confeccionando la masa. Debe ser preparada el día antes y dejarla tapada en la nevera. Debe reposar como mínimo un día. Esta receta de Navidad es sencilla, la decoración preciosa y el resultado delicioso. Una opción estupenda para pasar una tarde navideña en familia.
Necesitaremos los siguientes ingredientes: 500 gramos de mantequilla, especias molidas: 2 cucharadas soperas de canela, 1 cucharada sopera de clavo,1 cucharada sopera de jengirbre, 1 cucharada sopera de cardamomo , 400 centímetros cúbicos de azucar, 200 de sirope oscuro o de miel de caña, 150 centímetros cúbicos de agua, 1kilo de harina y una cucharada sopera de bicarbonato.
Hay que dejar la mantequilla fuera de la nevera para que esté un poquito blandita y mezclarla con el cardamomo, canela, clavo y jengibre. Se calienta el agua, el sirope y el azúcar en una cazuela y cuando están hirviendo de mezclan con la la mantequilla especiada. Hay que dejarlo que se enfríe.
Se añade el bicarbonato a la harina y eso se amasa con la crema que habíamos obtenido. Este paso debe darse con la masa fría. A continuación hay que mezclar la harina con el bicarbonato, y luego con lo demás.
La masa queda blanda y pegajosa. Hay que taparla y meterla en la nevera para que repose.
Al día siguiente se procede a hacer las galletas. Se va sacando la masa por porciones de la nevera, para que no se ponga pegajosa al estar a temperatura ambiente. Para trabajarla hay que usar bastante harina y dejarla en láminas finas bien amasadas.
Para hacer las galletas debemos usar moldes que les den las formas deseadas. Los podemos comprar o hacerlos con cartón. Para las paredes y techos de la casa se deben cortar rectángulos sencillos del tamaño que queramos.
Una vez preparadas las galletas van al horno, 5 minutos a 200 grados, sobre un papel vegetal. No deben quemarse, ni endurecerse. Hay que sacarlas cuando estén todavía blandas y ponerlas a enfriar.
Cuando ya las tengamos viene la parte más divertida y dificultosa: montar las casitas.
Se calienta azúcar en un sarten y se usa la pasta resultante como pegamento para unir paredes y techo.
La decoración se hace con un glaseado (azucar con agua) y luego le adherimos en caliente lo que queramos: nueces, caramelos, avellanas, piñones y pasas.
La masa queda deliciosa y sirve para crear una decoración preciosa y alimenticia. A los niños les encanta ayudar a prepararlas y a comérselas.