Los días se hacen más largos, las buenas temperaturas acompañan y es tiempo de barbacoas. Muchas familias con niños pequeños se preguntan, ¿es la barbacoa o la comida a la brasa adecuada para los niños? Vamos a dar respuesta para que esas comidas sean saludables para los más pequeños, ya que, efectivamente, pueden serlo.
Hay que tener en cuenta, básicamente, dos cuestiones para que una barbacoa sea adecuada para los niños. Primero, el tipo de alimentos, ya que existen algunos muy grasos que no son recomendables en exceso de ningún modo. Después, el modo de cocinado, ya que una brasa o barbacoa bien realizada conservará las propiedades de los alimentos sin hacerlos perjudiciales. Expliquemos estos puntos un poco más.
Los alimentos más indicados para una barbacoa
Comúnmente se asocia la barbacoa con alimentos muy grasos como chorizos, morcillas, panceta, salchichas... Pero existen muchas otras posibilidades que, sin excluir los anteriores, hagan de la comida o la cena en una barbacoa más saludable.
Tanto para los mayores como para los pequeños, los alimentos muy grasos han de ser consumidos con moderación. En cambio, existen carnes magras que pueden cocinarse a la parrilla, como pollo, pavo, lomo de cerdo, conejo... y otras carnes a las que se le puede quitar la grasa (cordero, ternera...).
En definitiva, cualquier tipo de carne es adecuada si eliminamos las partes más grasas e incluso las hamburguesas, que tienen mucho éxito entre los niños, que podemos hacer caseras y a su gusto para que sean más sanas y combinar con verduritas.
La grasa no solo aumenta las calorías sino que puede perjudicar el modo de cocción, al avivar las brasas e incluso producir llama que llegue a los alimentos, lo cual estropea su calidad, como veremos en el siguiente apartado.
Por supuesto, no nos olvidemos de las verduras, que a la parrilla salen muy buenas: calabacín, berenjena, patata, zanahoria, alcachofas, maíz... Unas brochetas que combinen carne y verdura serán fabulosas.
Tampoco hemos de descartar el pescado, que se puede hacer envuelto en papel de aluminio para que no se pegue a la parrilla, o ensartado en el caso de pescados pequeños como sardinas, anillas de sepia o calamar... El pulpo, el rape, los crustáceos... son otros alimentos que se pueden hacer a la brasa y hay distintos modos de combinarlos en brochetas. Hay que cuidar que estén bien cocinados por dentro.
El mejor modo de cocinar a la parrilla
Para cocinar a la brasa hay que evitar que el fuego evapore humo que llegue a la comida y que las llamas la alcancen, ya que al carbonizar el alimento se crea una capa negra perjudicial, con sustancias tóxicas y nocivas para el organismo.
Si el humo alcanza el alimento, este se puede impregnar de dióxido de carbono y otras sustancias que pueden resultar tóxicas en grandes cantidades. Y si la grasa o la carne del alimento se quema al punto de carbonizarse, estaremos ingiriendo sustancias cancerígenas.
Por ello procuraremos que la brasa esté bien consolidada, que no haya llamas y que la grasa que pueda caer de los alimentos no avive la brasa. Por eso mismo no hace falta añadir aceite a estos alimentos y la sal la pondremos con moderación, incluso después del cocinado, en poca o ninguna cantidad para los niños.
Es recomendable preparar la parrilla a fuego intenso (medio-alto) pero después para cocinar el alimento lo haremos a fuego lento para que la comida no se queme por fuera pero quede poco cocinada en su interior. Hay que prestar atención a los distintos grosores de los alimentos e intentar que los de los niños sean más finos (carnes y verduras) y controlando que estos permanezcan menos tiempo sobre las brasas, ya que se harán antes que la comida de corte más grueso.
Atención a las salsas para acompañar la comida a la parrilla, procuremos que no sean picantes para los niños y lo mejor es optar por salsas de tomate natural, mayonesas ligeras o caseras elaboradas al momento... Una ensalada y un buen postre de frutas, junto al agua para beber o zumos naturales, sin abusar de refrescos azucarados o con gas, serán unos buenos complementos para no hacer de la barbacoa una comida pesada.
Teniendo en cuenta estos consejos, cocinar a la parrilla es sano y seguro para toda la familia. Recuerda que lo fundamental es tener una dieta equilibrada que incluya alimentos de distintos grupos, no abusar de las grasas y de la sal y combinar las carnes con las verduras. ¡Y a disfrutar de la barbacoa al aire libre!
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