Campamentos de verano cuando tu hijo es alérgico: consejos a tener en cuenta
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Campamentos de verano cuando tu hijo es alérgico: consejos a tener en cuenta

Ya han comenzado las vacaciones escolares y, para los niños, se avecinan tres meses de diversión asegurada. Muchas familias ya están organizando los campamentos de verano, pero lo que debería ser una experiencia relajada y divertida, se convierte en un foco de estrés cuando tenemos hijos con alergias.

El miedo a que ocurra un accidente y sufran una crisis siempre nos acompaña, pero sobre todo tememos que el personal no esté lo suficientemente preparado para reaccionar de forma correcta. Si tienes un niño asmático y/o alérgico, te aconsejamos qué debes tener en cuenta a la hora de llevar a tu hijo a un campamento este verano.

Infórmate, compara y entrevístate con los monitores

Buscar un campamento de verano para nuestros hijos siempre es una tarea tediosa. Hay que tener en cuenta multitud de factores y comparar mucho hasta dar con lo que buscamos exctamente.

Pero cuando esta búsqueda se realiza pensando en llevar a nuestro hijo alérgico, la tarea se vuelve aún mucho más compleja. Los padres tenemos que mirar con lupa cada detalle y no nos sirve elegir -como hacen el resto de familias- el que "mejor pinta tiene" o "el más divertido".

Nosotros debemos que ir mucho más allá:

  • Nos interesa conocer los años de experiencia que tiene la empresa que organiza el campamento, así como el número de niños del que se ocupa cada verano. A más años de experiencia y mayor volúmen de asistentes, más probabilidades habrá de que hayan tratado con alérgicos.

  • Es importante conocer el tratamiento que reciben los niños alérgicos y/o asmáticos y cómo es el protocolo de actuación en caso de emergencia.

  • Otra pregunta obligada es cómo se procede a la hora de comer y si el personal a cargo del comedor está debidamente informando sobre alergias alimentarias y el riesgo de contaminación cruazada.

comedor
  • En caso de tener un hijo con alergia alimentaria también hay que conocer previamente si la comida formará parte de las actividades lúdicas que se realizarán el campamento.

Por ejemplo, ¿habrá talleres de manipulación de alimentos o ingredientes?, ¿se tendrá como costumbre repartir caramelos o algún otro dulce como "premio" a una actividad?, ¿el almuerzo de media mañana estará debidamente supervisado?...

Estas preguntas deberán adaptarse en función de la alergia concreta que tenga tu hijo. Si es alérgico al pelo de ciertos animales tendrás que saber previamente si se van a realizar excursiones a granjas, si habrá algún día destinado a la mascota o visitas de perros policía, perros guía...

  • Tampoco hay que olvidarse de preguntar por el tipo de formación que tienen los monitores o si el campamento cuenta con algún enfermero o auxiliar.

¿Los monitores han recibido alguna formación específica en alergias?, ¿sabrían identificar los síntomas?, ¿sabrían actuar en caso de una reacción alérgica grave o crisis asmática?, ¿sabrían administrar el autoinyectable de adrenalina?, ¿sabrían administrar correctamente los inhaladores?...

  • Si tu hijo necesita medicación si sufre una reacción alérgica, es importante que sepas con antelación quién custodiaría esa medicación o donde se guardaría. De nada sirve que se tenga en un botiquín bajo llave dentro de un recinto, si los chavales van a salir continuamente de excursión al campo, por poner un ejemplo.
inhaladores

Una vez hayamos aclarado todas nuestras dudas y encontrado un campamento que realmente nos guste y encaje con todo lo que buscamos, el segundo paso será entrevistarnos personalmente tanto con la empresa que lo organiza como con el monitor o monitores que vayan a estar al cargo de nuestro hijo.

Probablemente nos dirán que "no nos preocupemos porque están acostumbrados a trabajar con niños alérgicos". Es el mensaje "tranquilizador" que siempre suelen dar en estos casos.

Pero para cada familia su hijo es único y su alergia también lo es, ya que aun habiendo varios niños alérgicos al mismo alimento, por ejemplo, puede que sus reacciones ante la ingesta/contacto/inhalación sean totalmente diferentes.

Por tanto, que no os preocupe preguntar y entrevistaros las veces que sean necesarias hasta estar seguros de que entienden perfectamente, tanto el tipo de alergia que tiene vuestro hijo, como el tratamiento que necesitaría en caso de urgencia

Lleva un informe médico detallado

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Una vez elegido el campamento, cuando vayas a entregar la solicitud de reserva de plaza adjunta un informe médico de tu hijo en donde se especifique claramente el tipo de alergia que tiene, qué alimento o situaciones debe evitar y cuál sería su tratamiento en caso de urgencia.

Mi recomendación como madre de un niño alérgico alimentario, es que este informe sea lo más completo y actual posible, de manera que quien lo lea tenga claro desde el primer párrafo a que tipo de alergia se enfrenta

Igualmente, te aconsejo (si es que no se indica en el informe médico) que incluyas una descripción de la aparición y evolución de los síntomas que presentaría tu hijo ante una reacción alérgica. De este modo, el monitor que esté al cargo podrá identificar desde el primer momento si se está produciendo una y actuar lo antes posible.

Y a este respecto, también es importante que dejes bien claro en el informe cómo deben actuar los responsables del niño si se produjera una reacción alérgica. Es decir: ¿tienen total libertad para administrar la medicación en caso de urgencia?

Y hago esta pregunta porque me han contado situaciones en las que los monitores no se han atrevido a suministrar la medicación por no poder contactar con los padres del niño en un momento dado. Por suerte no llegó a ocurrir nada más serio, pero no quiero imaginar lo que podría haber supuesto esta indecisión en un caso grave.

Desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP) se recomienda al alérgico preparar un botiquín de emergencia con antihistamínicos, inhaladores, corticoides y adrenalina autoinyectada. Este kit deberán llevarlo al campamento tanto los alérgicos alimentarios, como los alérgicos al látex o picaduras de abejas o avispas.

Campamentos para alérgicos

Las asociaciones para alérgicos trabajan intensamente en conseguir, entre otras cosas, que cualquier campamento de verano esté preparado y formado para acoger a niños alérgicos.

Pero la realidad es que aún queda camino por recorrer y por desgracia, los padres no siempre encontramos la seguridad y tranquilidad que deberíamos cuando apuntamos a nuestros hijos a este tipo de ofertas de ocio de verano.

Es por ello, que muchas fundaciones y asociaciones ponen en marcha cada año campamentos específicos para niños alergicos y/o asmáticos, donde el control es exhaustivo, hay alergólogos y enfermeras, y los monitores están debidamente formados en todo tipo de alergias.

No cabe duda de que en este tipo de campamentos la tranquilidad es total, tanto para las familias (que durante unos días podrán relajarse sabiendo que sus hijos alérgicos están en buenas manos) como para los niños, que compartirán espacio y actividades con otros niños alérgicos como ellos y no se sentirán "diferentes".

Según la SEICAP, uno de cada cinco niños sufre alguna alergia, uno de cada diez es asmático y entre el 3% y el 8% son alérgicos a algún tipo de alimento. Y estas cifras aumentan cada año
niño

Por tanto, es labor de todos concienciar a la sociedad de que los niños alérgicos también forman parte de ella y que llegadas estas fechas, también tienen derecho a divertirse y a participar en las mismas actividades lúdicas y campamentos que el resto de niños.

Como padres, a la hora de elegir un campamento de verano, veo que tenemos una doble misión:

  • Por un lado informarnos debidamente para hacer una elección lo más correcta posible según nuestro criterio y las particularidades alérgicas de nuestro hijo

  • Por otro lado hacer ver a las empresas que rechacemos por no cumplir los criterios o requisitos que consideremos, de lo importante que es cuidar a los niños alérgicos

Porque convivir con una alergia ya es duro de por sí, pero si desde todos los estamentos de la sociedad ponemos nuestro granito de arena para involucrar e integrar -¡sin riesgos!- a los niños alérgicos, todo sería mucho más fácil para ellos y sus familias
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