Llega el verano y con él nuevos retos que implican adaptar nuestra rutina con los niños. Si bien se trata de una época para descansar y disfrutar, siempre es necesario seguir teniendo algunas normas para que todo fluya sin problemas, sin que esto implique dejar de divertirse.
Tener rutinas es necesario para los niños, pues les ofrece estabilidad, la cual es muy importante durante su desarrollo.
Con la llegada de las vacaciones podemos ser un poco más flexibles en algunas cosas, pero es preciso que continuemos con las actividades que acostumbramos a hacer. Cómo mantener las rutinas en verano siendo flexibles pero que no se descontrolen: te damos algunas pautas para ello.
“La vida cotidiana, en apariencia previsible, desmedidamente familiar, es la que encierra la posibilidad de los grandes descubrimientos que rompen con la costumbre”.
-Santiago Kovadloff-
Rutinas en verano con niños: ideas para mantenerlas y aspectos a tener en cuenta
La hora de dormir: ¿cómo la enfocamos?
Uno de los puntos más angustiantes para los padres suele ser la hora de dormir de los chicos durante el verano.
En este sentido es importante que continúen teniendo una hora fija para ir a la cama, ya que esto les ayudará a descansar mejor e incidirá en su estado de ánimo.
Lo que podemos hacer es flexibilizar un poco la hora; por ejemplo, si todos los días se acostaban a las 20h para ir al colegio al día siguiente, podemos permitirles acostarse una o incluso dos horas más tarde, pues no deben despertar tan temprano al día siguiente.
- Importante flexibilizar la hora y que sea un proceso progresivo
Te recomendamos flexibilizar la hora poco a poco; por ejemplo, aumentar 15 minutos o media hora con intervalos de varios días hasta llegar a la hora "tope".
De igual manera, cuando se acerque el regreso a clase podemos ir restando algunos minutos a la hora hasta llegar a la que solíamos tener como rutina antes de verano.
De esta manera no se les hará tan agotador el regreso a las clases, y todos en la familia podréis adaptaros nuevamente a la situación anterior. También es importante tener una hora para despertarse, no tan temprano como durante las clases pero sí tener una hora máxima para levantarse.
Buscar tiempo para aprender cosas nuevas
Durante el verano tenemos una maravillosa oportunidad para que nuestros niños aprendan cosas nuevas sin la presión del tiempo. Puedes aprovechar estos días libres para que aprendan nuevas habilidades que les permitan tener más autonomía, sin nada de agobios y siempre respetando sus ritmos e intereses.
Dependiendo de la edad de tus hijos puedes enseñarlos a ir al baño solos, a vestirse por su cuenta, a que recojan y guarden su propia ropa, a atarse sus zapatos, a probar nuevos alimentos, etc.
Recuerda que no hay prisas por aprender, podemos ser un poco más flexibles durante el verano y permitirles tomarse su tiempo para adquirir nuevos hábitos.
Rutinas de alimentación: ideas para mantenerlas
Es importante también mantener una mínima rutina en cuanto a la alimentación de los niños. Es decir, planificar los menús de la semana para que sean saludables y no se descontrole la alimentación, siempre siendo flexibles.
Algunas recomendaciones que pueden irnos bien para evitar caer en las comidas rápidas o en los alimentos ultraprocesados, la improvisación, etc., y que sugiere María Marqués, dietista-nutricionista materno infantil y asesora de lactancia, son:
- Organizar las comidas: esto nos permitirá asegurar una alimentación completa, y un reparto adecuado de alimentos a lo largo del día y de la semana.
- Planificar un menú semanal, que incluya los días en los que comeremos o cenaremos fuera.
- Elaborar recetes sencillas, sabrosas y adaptadas al verano. Algo muy útil para poder disfrutar de platos nutritivos a la vez que refrescantes y apetecibles.
Repasar lo aprendido
Si bien verano es sinónimo de diversión y juegos, es importante que no descuidemos lo que han aprendido los niños en el colegio. Es preciso que dediquemos algún tiempo con nuestros hijos para repasar conceptos que han aprendido durante el curso de forma entretenida.
Esto no quiere decir que debamos sentarnos con ellos con papel y lápiz a hacer tareas durante horas. Haz uso de tu creatividad y, por ejemplo, si tu hijo está empezando a leer, repasa junto a él las letras, leyendo anuncios publicitarios o cosas que sean de su interés.
Procura que las actividades para reforzar lo aprendido en casa sean entretenidas, de esta manera no solo disfrutarán aprendiendo sino que la información se consolidará con mayor facilidad.
No olvidemos el tiempo de juegos
Durante el verano nuestros niños tienen la oportunidad de jugar sin apuros de ningún tipo ni restricciones de tiempo, cosa que no ocurre cuando tienen los horarios de clases.
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que estar de vacaciones no significa tiempo de juego ilimitado y sin control.
Deja que tus hijos tengan la oportunidad de jugar pero sin descuidar las demás rutinas como lo son las horas de comida con todas sus rutinas (poner la mesa, retirar los platos, etc.), las horas de sueño y todo el proceso que implica ir a la cama.
Procura incluir en este tiempo de juegos actividades al aire libre para que puedan recrearse. Ten cuidado con la cantidad de tiempo de pantallas que tienen, es decir, cuando están conectados a internet, con el uso de pc, teléfonos, tablets, etc.
Ser parte de las actividades de la casa
Finalmente, durante el verano es importante tener en cuenta que debemos tener rutinas con los niños, aunque no sean las mismas que el resto del año. Prueba con incluir a los niños en las actividades cotidianas de la casa, como ayudar con la limpieza, poner la mesa, recoger las cosas, etc.
Claro está, esto lo debes hacer en función de la edad de tus niños. Pero sí es importante que ellos se sientan tomados en cuenta y que sepan que su ayuda es importante para la casa.
Esto les da mayor sentido de pertenencia al hogar, fortalece su autoestima al saberse necesarios y tomados en cuenta y además les permite seguir con una rutina más flexible de la acostumbrada.
“Una rutina diaria basada en buenos hábitos y disciplina separa a los más exitosos de todos los demás. La rutina es excepcionalmente poderosa”.
-Darren Hardy-
Equilibrio en las rutinas: entre la flexibilidad y la estructura
Ten en cuenta que relajar las rutinas en verano es positivo para los niños, que tienen una vida muy pautada y estructurada el resto del año. Sin embargo, mantener cierto orden y estructura en su día a día les aporta seguridad y estabilidad.
¡No lo olvidemos! Los niños necesitan horarios, límites y normas, también en verano. Y junto a ello, flexibilidad, momentos también para desconectar, de tiempo libre y para descansar. El equilibrio entre una cosa y otra siempre será positivo para su desarrollo.
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