Si os vais a desplazar en estos días a vuestro destino de vacaciones en coche, o estáis volviendo de las mismas a casa, es importante tomar ciertas medidas de seguridad teniendo en cuenta, además de las habituales, el calor extremo que estamos viviendo en España.
Viajar con bebés y niños cuando hace mucho calor
Como ya hemos comentado en varias ocasiones, los bebés y niños pequeños, por su fisiología, son más susceptibles a sufrir deshidratación con las altas temperaturas, y por ende, un golpe de calor. Por lo que es fundamental protegerlos cuando viajamos en coche por carretera en época estival, sobre todo si lo hacemos en plena ola de calor.
Preparando el viaje
Si el coche ha estado al sol, las temperaturas dentro del habitáculo son altísimas y se corre el riesgo de sufrir quemaduras. Así que, antes de introducir al bebé o al niño en el coche, debes reducir la temperatura del coche.
Baja las ventanillas para dejar que el calor salga hacia afuera y se ventile el habitáculo, luego enciende el aire acondicionado para alcanzar una temperatura adecuada para iniciar el viaje.
Siempre en su silla homologada
Por supuesto, bebés y niños de una altura igual o inferior a 1,35 metros deben viajar en un sistema de retención homologado de acuerdo a su talla, colocada a contramarcha en el asiento trasero el mayor tiempo posible.
Si el niño llora al sentarlo en su sillita, intenta distraerlo con canciones, juguetes, cuentos, o incluso un adulto puede ir detrás con él para entretenerlo y atenderlo durante el viaje.
Cómo usar el aire acondicionado del coche con bebés
El aire acondicionado es fundamental para que el viaje en coche en verano sea confortable, por lo que es importante revisar previo al viaje que funciona correctamente. La temperatura de confort es entre 21 y 23 grados, pero evita que el flujo de aire vaya dirigido directamente al bebé.
Para evitar que el aire acondicionado le haga mal, no debe darle directamente sobre la cara o el cuerpo, sino de forma indirecta, por tanto dirige adecuadamente la salida de ventilación del coche. Recuerda que hay que usarlo con moderación pues puede resecar las mucosas e irritar el sistema respiratorio del bebé.
El bebé debe viajar con ropa fresca, cómoda y ligera. No coloques una toalla ni un cojín debajo del asiento, ni abrigues de más al niño para subir (o mejor dicho, bajar) el aire acondicionado, pues los arneses de la silla no le ajustarán como debieran. No obstante, ten siempre a mano una mantita de algodón ligera para cubrirlo por encima si fuera necesario.
Protegerles del sol e hidratarles
Es recomendable evitar viajar en las horas centrales del día, cuando hace mucho calor. En cambio, elige la primera hora de la mañana o la última del día cuando el sol no es tan fuerte.
En la carretera, evita que los rayos solares le den directamente al bebé utilizando parasoles en las ventanillas o cortinillas, según la ubicación del sol.
Lleva siempre agua fresca durante el trayecto en coche para mantener a los niños hidratados. Ya hemos hablado sobre cómo mantener hidratado al bebé cuando hace mucho calor, cuándo y cuánta agua deben beber para evitar la deshidratación.
Trayectos cortos y descansos
No es recomendable hacer viajes demasiado largos de más de seis horas al día, y se deben hacer descansos cada hora y media- dos horas para poder refrescarse y moverse.
Jamás lo dejes solo dentro del coche
Ni por cinco minutos. La temperatura en el interior de un coche expuesto al sol puede duplicarse en pocos minutos. Si la temperatura fuera es de 36 grados, puede alcanzar los 67 grados 15 minutos después, elevando la temperatura corporal del niño de los 36-37 grados habituales a los 42 o 43 grados. El niño sufriría un golpe de calor con consecuencias que pueden ser fatales.