21 buenos hábitos que hacen felices a los niños

La felicidad de nuestros hijos es el mayor objetivo que tenemos como padres. A veces creemos que la felicidad está en la grandes cosas, pero lo cierto es que se construye de pequeñas costumbres que vamos adquiriendo en nuestro día a día.

Hemos hecho un listado de aquellas cosas que deberíamos inculcar en nuestros hijos para ayudarles a desarrollar el sentido de la responsabilidad, la creatividad, la autonomía y fomentar valores como la empatía, la solidaridad y la amistad. En definitiva, los buenos hábitos que hacen felices a los niños, y les convierten en personas más plenas.

1. Juego libre (al menos) una hora al día

Los niños necesitan jugar libremente, sin reglas, sin ser guiados por los adultos. Juego libre y espontáneo surgido a partir de la propia curiosidad e iniciativa del niño. Un juego sin límites ni directrices para aprender y crecer felices.

2. (Al menos) 10 minutos de baile al día

El baile es entretenido, placentero, libera tensiones, les hace sentir bien, los hace más flexibles... Y si se suman al baile papá y mamá y hermanos, no puede haber nada más divertido. Sobran buenas razones para bailar con los niños.

3. Jugar con papá y mamá (al menos) una hora al día

Jugar es el "trabajo de los más pequeños". Es necesario para su sano desarrollo y aprendizaje, pero además hacerlo con mamá y papá favorece el vínculo afectivo, la comunicación padre-madre-hijo y lo más importante... ¡todos disfrutamos un montón juntos!

4. Cocinar juntos (al menos) una vez a la semana

Entre otras cosas, cocinar ayuda a desarrollar la creatividad, la destreza manual, y cómo no, el gusto por los sabores y los diferentes alimentos, algo que además repercute en la salud de los pequeños. Disfrutar de la cocina desde que son pequeños es una de las cosas más bonitas que pueden aprender. Y si es juntos, en familia, mejor.

5. Hacer manualidades y dibujar

Las manualidades y el dibujo son fundamentales en la primera infancia. Son su vía de expresión, a través de estas actividades los niños dan rienda suelta a su imaginación sin miedos ni prejuicios. Cuanto más las fomentemos y facilitemos, mejor.

6. Hacer actividad física cada día

El ejercicio es fundamental en la infancia, un hábito saludable que deben adoptar desde que son niños para llevar una vida sana y feliz. No me cabe duda que el ejercicio y la felicidad están muy ligadas.

7. Jugar con amigos todos los días

El juego es esencial para los más pequeños, así como lo es compartirlo con amigos. A través del juego, los niños hacen buenos amigos, socializan, aprenden a compartir, y valores importantísimos como la solidaridad o la empatía.

8. Practicar alguna actividad que le apasione

Fútbol, baile, baloncesto, patinaje, tocar un instrumento, lo que sea... cualquier actividad que le guste. No debe ser impuesta, sino que el niño realmente disfrute con ella y la practique con frecuencia.

9. Tener siempre a mano un libro para leer

La lectura es un puente hacia la felicidad, sin duda. Desde pequeños descubrirán que tener siempre un libro entre manos es maravilloso, y les hará felices. Déjalos que elijan qué y cuándo leer.

10. Ver películas con frecuencia

El cine también abre de par en par las puertas al maravilloso mundo de la imaginación. Disfrutar de buenas películas les hará entretenerse pero sobre todo, cultivar el espíritu.

11. Leer un cuento con mamá o papá antes de ir a dormir

Más allá de los beneficios de la lectura, el momento del cuento antes de dormir es un momento del día muy especial. Es una experiencia muy bonita, además de ser enriquecedora para ellos, tanto desde el punto de vista emocional como para su vocabulario y adquisición del lenguaje.

12. Ser amable con las personas de su entorno y sus compañeros

Todavía no saben hasta qué punto la amabilidad puede ayudarlos a ser felices, pero es bueno que empiecen a practicarlo. Tratar bien para que te traten bien.

13. Pasear de la mano con sus hermanos

Afianzar una buena relación entre hermanos en la infancia es la mejor base de cara al futuro. Los lazos de hermandad que se crean de pequeños permanecen por siempre, aunque se hagan mayores. Ayúdale a amar a sus hermanos.

14. Disfrutar de la naturaleza, amar a los animales

La naturaleza y los animales son un regalo. Encontrarse en armonía como parte de ella, observarla y descubrirla con asombro contribuye a la felicidad de los más pequeños. Por su parte, compartir la vida con una mascota hace a los niños más sociables, empáticos y felices, no me cabe duda.

15. Ayudar en casa con lo que puedan

De acuerdo a su etapa de desarrollo pueden ir asumiendo pequeñas responsabilidades en casa como emparejar calcetines, poner o levantar la mesa, acomodar la ropa, sacar la basura... Fomentar su autonomía es más que positivo para el desarrollo de su personalidad.

16. Compartir la mesa en familia

Tanto desde el punto de vista afectivo como de salud, compartir la mesa en familia es algo que no debe dejar de hacer un niño. Es un momento de encuentro en el que toda la familia se comunica, se cuenta cómo ha ido el día, qué les preocupa... Todos se sienten escuchados, además de los demostrados beneficios nutricionales que tiene.

17. Ayudar a los más necesitados

Dar a los demás, brindarse a los otros, ayudar a quienes más lo necesitan, los hace más fuertes. La solidaridad es un valor que los niños tienen muy a flor de piel, y no deberían perder.

18. Compartir tiempo con los abuelos

Los abuelos son una figura muy importante para los niños, unas de las personas más significativas en su vida por los cuidados, los mimos, los valores y las enseñanzas que transmiten. Los niños que crecen con sus abuelos son más felices.

19. Menos tecnología y más aire libre

Los niños de hoy viven demasiado enganchados a la tecnología, como también lo estamos los adultos. Si desconectaran un poco de las pantallas y vivieran más al aire libre, se volverían niños más activos y sanos.

20. Sonreír siempre

Si algo caracteriza a los niños es esa sonrisa inocente y sincera que tanto nos conquista. Lamentablemente, a medida que crecemos sonreímos mucho menos. Debería ser obligatorio sonreír unas cien veces al día, como mínimo.

21. Viajar en familia

Una de las más bonitas experiencias para un niño es viajar en familia (y por supuesto, para los padres también). Descubrir juntos nuevos destinos, costumbres y gentes de diferentes lugares es enriquecedor por donde se lo mire.



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