Dice la canción que "en el mar la vida es más sabrosa", y quienes viven cerca de él aseguran que no podrían ni elegirían vivir en otro sitio. La realidad, es que todos o la mayoría de las personas alguna vez hemos considerado o imaginado cómo sería una vida cerca del mar.
Después de todo, la playa es uno de los destinos turísticos más elegidos, especialmente porque solemos relacionar su ambiente y sus sonidos con paz, relajación y, en general, diversas emociones positivas.
Y no estamos equivocados: la ciencia misma lo ha comprobado, pero este efecto no sólo se limita al mar, también incluye ríos y lagos. Te contamos cómo influye el vivir cerca del agua en nuestra felicidad.
Este es el tema principal que el biólogo marino Wallace J. Nichols aborda en su libro Blue Mind: The Surprising Science That Shows How Being Near, In, On, or Under Water Can Make You Happier, Healthier, More Connected, and Better at What You Do (Blue Mind: La sorprendente ciencia que demuestra cómo estar cerca, dentro, sobre o bajo el agua puede hacerte más feliz, más saludable, más conectado y mejor en lo que haces), quien tras varios años de investigación acuñó el término "Blue Mind" para referirse a los beneficios que tiene para nuestra salud la cercanía con el agua.
Y no estaba erróneo al llamarlo "Blue Mind", pues el efecto positivo que tienen los "espacios azules", como también han sido llamados por otros investigadores, ha sido comprobado por múltiples estudios.
Vivir cerca del agua nos hace más felices
De acuerdo con un estudio realizado en Nueva Zelanda, tan sólo ver el mar es beneficioso para nosotros. "La mayor exposición a espacios azules está significativamente asociada con niveles más bajos de angustia psicológica", comparte Amber L. Pearson, una de las autoras del estudio y profesors asistente de geografía de la salud y miembro de la Red de Ciencias del Agua de la Universidad Estatal de Michigan.
Entre los resultados de esta investigación, se encontró que vivir cerca de espacios azules puede reducir la ansiedad, la depresión y el estrés, independientemente de la edad, sexo y el nivel económico que se tenga.
Otras investigaciones, como la del psicólogo ambiental Roger Ulrich, que habla la recuperación en la naturaleza, señalan que la presencia del agua puede acelerar la recuperación de los pacientes y además ayuda a reducir el estrés.
Otro estudio realizado en China obtuvo resultados similares, al encontrar que los paisajes acuáticos, como arroyos, ríos, lagos, humedales y costas, pueden beneficiar el bienestar psicológico y mental.
En general, y como lo comentábamos al principio, desde la sensación del agua hasta los sonidos que se producen en cada cuerpo de agua, estar cerca del ella nos hace menos estresados y más felices.
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