La noche de Halloween es una celebración muy esperada por muchos niños, una noche para divertirse, disfrazarse y pasarlo bien. Pero no a todos los niños les causa gracia la idea de terror que rodea la festividad.
Zombies, fantasmas, monstruos, vampiros y brujas son los personajes más populares en esta fecha, y como es lógico, a muchos niños les da miedo. Como padres debemos acompañarles y apoyarles frente a sus temores, por tanto Halloween puede ser una buena oportunidad para ayudar a tu hijo a superar sus miedos.
El miedo en los niños
El miedo es una reacción natural en los niños, forma parte del instinto de supervivencia y del desarrollo evolutivo del ser humano. Por tanto, no hay que verlo como algo negativo o como que el niño es un "miedica", mucho menos burlarse de él.
Como padres, debemos acompañarles en el proceso y hacer lo que esté a nuestro alcance para apoyar a nuestros hijos y ayudarles a superar sus propios miedos.
Hay épocas en las que los niños pueden sentirse más vulnerables, sentir miedo excesivo por alguna historia que le contaron en el cole o algo que vio en la televisión. Tened en cuenta además que en el caso de los más pequeños, no logran distinguir del todo entre realidad y fantasía, haciendo que sus miedos se magnifiquen.
¿Cómo ayudarles a enfrentar sus miedos?
Con decirles "no tengas miedo" o "no es para tanto" no conseguirás nada. El niño siente miedo y no es algo que puedas evitar, lo que puedes hacer es acompañarle, brindarle un entorno de seguridad para ayudarle a superarlo.
Lo primero que hay que conseguir es que el niño identifique y ponga en palabras sus emociones. Al identificar qué le provoca tanto miedo podemos centrarnos y profundizar en ello.
Hacerles preguntas es un buen recurso para guiar a los niños a encontrar sus propias respuestas y darse cuenta que no hay nada que temer. "¿Has visto alguna vez una bruja volando? Pues yo nunca he visto una, sólo existen en los cuentos".
También puedes echar la vista atrás. Tu hijo se sentirá identificado si le hablas sobre tus miedos en la infancia. Eso le ayudará a darse cuenta que todos sentimos miedos, que es normal y que es posible superarlos.
Cuentos, libros, películas y peluches pueden servir como herramientas de apoyo para superar los miedos. También dejarlo que se exprese a través del dibujo o hablar sobre el miedo a través de los juegos. Y claro, la época de Halloween es perfecta para hacerlo.
Aquí os dejamos algunos recursos y libros que pueden ayudar:
- Cuentos de Halloween: cinco historias de miedo aptas para niños para contarles esta noche
- 13 cuentos de brujas para niños, perfectos para leer en Halloween
- 29 libros de terror y suspense para regalar a tus hijos en la noche de Halloween
- Las 37 mejores películas para ver en Halloween con niños, recomendadas por edades
- Spray para espantar monstruos
- Sorgenfresser: simpáticos peluches que se comen los miedos
¿Por qué Halloween?
Puede ser en cualquier momento del año o cuando el niño sienta inquietud, desde luego, pero Halloween nos da una oportunidad ideal para que el niño se enfrente al miedo y pueda diferenciar lo que es realidad de lo que no lo es. De hecho en Halloween nada es real, todo es como un gran juego.
Puede ver los escaparates llenos de disfraces y máscaras monstruosas, que no es más que atrezzo para disfrazarse y jugar a que somos monstruos y brujas por unas horas. Ver que sus padres se disfrazan, o ver a otros niños que son sus amigos jugando a ser zombies o vampiros contribuye a que alejen los miedos.
Además, en Halloween los niños pueden estar en un entorno controlado en el que se sienten seguros juntos a sus padres. No podemos evitarles que sientan miedo, -de hecho es sano que experimenten la emoción-, pero podemos transmitirles que no están solos frente al miedo, estamos allí con ellos para acompañarles.
En algunas culturas se celebra en esta fecha el Día de todos los santos, o Día de muertos, una buena oportunidad para hablar de la muerte con información sincera y palabras que ellos puedan entender, según su edad.
A partir de los tres años, los niños comienzan a entender la muerte como algo temporal, de los cinco a los ocho años se dan cuenta de que es irreversible y universal, y recién a partir de los diez años son realmente conscientes de ello.
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