"El entorno niega el dolor del aborto". Entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez (I)

Hoy, queriendo ampliar el tema ya tratado de las necesidades psicológicas de una mujer que sufre un aborto, vamos a entrevistar a Mónica Alvarez, psicóloga especializada en Terapia de Pareja y Familia. Es, además, junto a M. Àngels Claramunt, creadora del foro Superando un aborto, donde comenzó pretendiendo dar apoyo y escucha a las madres y sus familias, pero que llegaría también a compartir personalmente cuando perdió un embarazo muy deseado.

Actualmente es madre de dos niñas y profesionalmente atiende consultas online tratando de conciliar su profesión con la crianza de sus hijas y podemos leerla en dos páginas fundamentales para entender las implicaciones emocionales del aborto, Duelo gestacional y perinatal y Psicoterapia perinatal.

En nuestra entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez vamos a profundizar en los aspectos psicológicos del aborto y sobre el momento de pedir ayuda a un especialista, tema del que hablamos con la psicóloga Paz Ferrer y que ahora completamos con una segunda opinión para dar a nuestros lectores una visión lo más completa posible.

¿Qué impacto tiene el aborto en la mujer?

Para una madre perder un hijo mientras lo está gestando puede ser una experiencia devastadora que ponga su casa mental-emocional-social… patas arriba. Como todas las crisis vitales, es un momento en la vida para cuestionar muchas cosas que se creían inamovibles, es un oportunidad de crecimiento emocional y espiritual que deja una huella indeleble en la persona, tanto si se aprovecha, como si no.

En nuestra sociedad se nos educa para la vida, no pensamos que la otra cara de la moneda de la vida es la muerte y que no es algo que siempre toca a los demás. Cuando una mujer se queda embarazada lo último que piensa es que lo va a perder, en la mayoría de los casos. Aunque tenga casos cerca y los tenga en cuenta, el descubrir que le está pasando a ella puede ser un shock inmenso incluso en los primeros estadíos del embarazo. Esto se agrava porque además hay poco espacio para llorar, despedirse, honrar a un bebé que sólo tuvo vida dentro del útero.

¿Es igual la vivencia para todas las mujeres?

Cada mujer es un mundo y cada una lo puede vivir de manera diferente. Hay otras variables que influyen también en la manera de procesarlo (si se han vivido o no duelos previos, cómo ha sido su historia vincular con la propia madre, el apoyo que reciba sobre todo de su pareja…), pero de cualquier manera, lo que solemos decir a las mamás que entran en el foro Superando un aborto en busca de información, apoyo, consuelo es que, casi cualquier cosa que se le pase a una por la cabeza, que no se preocupe, que seguro que es normal para esa persona.

¿Depende la reacción emocional del tiempo del embarazo?

No. No se puede comparar el dolor. Al foro vienen mujeres que han perdido a sus bebés en cualquier mes de la gestación y todas traen su dolor, su angustia, su pena a cuestas. No se puede comparar el dolor de quien perdió un bebé en el 7º mes con quien lo perdió en la semana 7ª de gestación. Nadie tiene el derecho de atribuirse el título de “mi dolor es más fuerte" porque no tenemos ningún aparato que lo pueda medir.

El dolor es muy subjetivo y hasta el bebé que se fue pesando unos pocos gramos se lleva consigo toneladas de ilusiones rotas.

¿Es diferente el duelo en una perdida perinatal?

El duelo como concepto, las fases psicoemocionales que se atraviesan son las mismas para todas las personas en todo tipo de pérdidas. Desde perder un ser querido, un trabajo, una mascota, un brazo que te han amputado, el reloj que te regalaron en la comunión… todos son pérdidas y conllevarán su propio duelo, más o menos intenso según la característica de la pérdida. Aunque el duelo como tal es universal luego cada uno lo hace propio, a su manera.

En nuestra sociedad se cree que el primer trimestre es el “peligroso", es el la etapa de la gestación en la que más pérdidas se producen. Una vez pasado éste muchas mujeres se olvidan de que la vida y la muerte muchas veces van de la mano y que aunque estadísticamente el número de pérdidas que se producen en el segundo y tercer trimestre es menor, también ocurre. Será en un porcentaje muy pequeño, pero al que le toca, le toca el 100%. El shock, la sorpresa, son mayores.

La mayoría de las mujeres que se quedan embarazadas no piensan en que lo podrían perder, siempre es una sorpresa. Pero haber sentido al bebé en el vientre, haber pasado los nueve meses de embarazo, y perderlo, hace que el bebé sea más real. Como en esas pesadillas en las que ya estabas casi a punto de conseguir tu deseo y se escapa cuando lo tienes justo al alcance de la mano.

¿Deberían ofrecer ayuda psicológica a todas las mujeres que pierden un embarazo?

Sería muy interesante ofrecérsela sí, aunque en nuestra sociedad no hay cultura de tratarse a nivel emocional, ni en estos casos ni en ningún otro.

¿Se hace bien la atención emocional al aborto en general en los hospitales?

En los hospitales se ocupan de la parte física de la pérdida. Luego hay que tener suerte y topar con personal con un mínimo de sensibilidad.

Para las pérdidas a partir de la semana 28 comienza a haber protocolos en algún hospital para acompañar a los padres de manera más humana. Pero en general el trato por parte de los profesionales de la medicina es bastante aséptico y en muchos casos con una falta total de tacto.

Es verdad que, por ejemplo, el oficio de una enfermera es curar la herida física, pero también hay un trato emocional que hay que ayudar a sanar, o al menos no interferir ni hacer que se dañe más aún. El problema es que para tratar con un ser doliente hay que estar familiarizado con el propio dolor, con la propia historia de duelos y esto es algo que se evita siquiera aceptar que existe.

Hay muy poca formación en general en inteligencia emocional en los trabajadores de hospital, al menos en el área de obstetricia y ginecología.

¿Están preparadas las mujeres para esto? Nunca se está preparado para una pérdida. Sabemos que la muerte existe, pero siempre es algo que “les pasa a otros". Aunque ya hayamos pasado por ello y estemos sobre aviso, una nunca está preparada para perder un hijo.

Ni las mujeres están preparadas, ni, como he dicho, en muchos casos, los profesionales que las tratan en el hospital. En Superando un aborto muchas mujeres vienen con una carga traumática considerable a consecuencia del trato recibido en el hospital.

¿Sería necesario preparar a las gestantes para esta posibilidad o no hay preparación posible?

El problema es que esta sociedad nuestra hace una negación total sobre la muerte y en concreto en este sobre la pérdida de un bebé en el seno. Habría que darle la vuelta a toda la manera que se tiene de vivir y tratarlo, algo que al fin y al cabo es tan normal como la vida misma. Las personas aprendemos por imitación, la mujeres aprendemos a callar y a ocultar si eso es lo que les hemos visto hacer a nuestras madres, tías, abuelas, vecinas…

Lo ideal sería introducirlo en las clases de preparación al parto, pero desconozco qué tipo de acogida tendría. Además las clases se suelen hacer en el tercer trimestre, con lo que las pérdidas anteriores no se tratarían. A lo mejor la matrona en la primera visita del embarazo podría hablar de ello, como una posibilidad más, informar qué hacer en caso de, para que no pille sin información de ningún tipo.

De todas formas, sigo pensando que el entendimiento del aborto es un problema de esta sociedad. En el momento en que se pueda hablar con normalidad de la pérdida fisiológica como otra fase del desarrollo psicosexual de la mujer y recuperemos el derecho a parir a nuestros hijos estén vivos o muertos…; cuando esté normalizado el perder un bebé y poder llorarle, cogerse una baja, estar K.O. porque eso es lo que nos pide el cuerpo sin que se nos pongan trabas ni exigencias de estar bien o de volver “a la vida normal". Entonces sabremos que la pérdida es un golpe muy duro, pero que la vida sigue. Ahora para muchas mujeres el aborto es un gran pozo negro del que no saben ni si llegarán a salir.

¿Cuándo es indispensable la atención psicológica?

El duelo comprende una serie de etapas, según Elisabeth Kübler Ross hablaríamos de shock, negación, negociación, tristeza, ira, aceptación.

Cada persona las vive de una manera diferente. A veces se solapan etapas o se cambia el orden, lo que es seguro es que se va transitando de una a otra. Al cabo de un año se puede haber hecho todo el camino, aunque hay personas que necesiten más tiempo. Si hay una fijación en alguna de las etapas que bloquea el avanzar ahí habría que ver qué es lo que está sucediendo y cómo “desatascarlo".

Nuestra sociedad está fijada en la negación de la muerte en el vientre materno, con lo que muchas personas se quedarán fijadas ahí también al no tener modelos de referencia en los que apoyarse para avanzar. No lo veo, luego no existe, aquí no ha pasado nada.

En otros duelos el doliente tiene la oportunidad de llorar, cogerse una baja si lo necesita… Tiene derecho a deprimirse durante un tiempo. Aquí no. Muchas mujeres a las que les han detectado una malformación se van a hacerse un IVE y al día siguiente a trabajar. Y aquí no ha pasado nada.

¿En qué síntomas nos podemos fijar para detectar la necesidad de ayuda psicológica?

Un síntoma claro es la negación, que alguien te diga que no lo necesita y tú la ves que está hecha polvo, triste, tal vez descuidada, con síntomas físicos (diferentes enfermedades que pueden manifestar a nivel físico el desequilibrio energético interior), que deja de salir, de relacionarse, que adelgaza o engorda muchos kilos en poco tiempo.Todos estos síntomas pueden darse en una persona o darse uno sólo.

Hay que ser conscientes del nivel de bienestar que se ha perdido desde la pérdida, el tiempo transcurrido (tres meses después sería normal, dos años después, no), los apoyos que se tienen.

A veces se necesita terapia no ya por el tema del duelo, sino para neutralizar la influencia nefasta que pueden ejercer amigos y familiares mal informados y no digamos los servicios médicos.

¿Cómo convencer a una mujer que niega necesitar ayuda?

No se puede convencer a nadie que no quiera hacer terapia a hacerla. La terapia ha de ser voluntaria. Lo importante es que la mujer sepa que puede acceder a este recurso y que lo haga cuando sienta que lo necesita.

Hay otro problema y es que la mayoría de las personas cada vez tienen más conocimientos de psicología, y eso es bueno, significa que hay interés, que la información corre libre. Pero hay un problema, que se pretenda ayudar a quien lo que necesita es un profesional. O que la persona necesitada de terapia se autoconvenza que lo suyo se arregla hablando con las amigas. Hay cosas que se pueden solucionar, sí, pero hay problemáticas, como los traumas, que precisan ayuda profesional, pues puede hacerse más daño que otra cosa si se intenta hurgar sin tener los conocimientos adecuados.

¿Qué hace mal el entorno en estos casos?

Como decía anteriormente, el entorno mayoritariamente lo que hace es negar el dolor del aborto. Hay casos en los que la familia reacciona estupendamente y apoya y ayuda a los padres, pero lo normal suele ser lo contrario.

La pérdida se ha vivido siempre como un tabú, con lo que la pareja que lo sufre se suele ver sola a la hora de elaborar su duelo. Las típicas frases que se dicen cuando no se sabe qué decir de “mujer legrada mujer embarazada", “tienes más hijos", “ahora tienes que ser fuerte por tus otros hijos", “total eres ya mayor", “total, con la guerra que dan los niños", etc. hacen más daño que otra cosa. Si no sabes qué decir, es mejor permanecer callado, de verdad que se agradece no tener que escuchar tonterías.

¿Es normal necesitar ayuda? ¿Nos hace eso más débiles?

Al contrario, pedir ayuda nos hace más fuertes. O somos más fuertes cuando pedimos ayuda. Otro tabú y otro mito: está mal visto ser vulnerable. Nos han vendido la película de la Superwoman y nos lo hemos creído tanto que ya no sabemos quitarnos la capa.

¿Cuáles son las fases normales de un proceso de duelo?

Hay varias maneras de “contar" las fases según la escuela psicológica o el autor que lo haga. A mí me gusta la que enunció Elisabeth Kübler Ross: Shock, negación, negociación, ira, tristeza, aceptación. ¿El tiempo para superar un aborto es variable?

Se suele dar un año para transitar todas las fases del duelo, aunque puede haber personas que les cueste algo más o algo menos. Suponen toda una escuela de crecimiento, es como la imagen de la serpiente que cambia de piel. El duelo también nos cambia y nos convierte en personas distintas, más fuertes, más seguras. Y para eso hace falta tiempo, cada uno sabrá cuánto necesita.

Con esto terminamos la primera parte de esta profunda y enriquecedora entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez, especialista en duelo gestacional y perinatal, que nos ha enseñado mucho sobre las emociones del aborto y la manera de vivir este duelo indispensable. Habrá una segunda entrega en la que seguiremos descubriendo más cosas sobre lo que una psicóloga y terapeuta especialista en duelo puede enseñarnos.

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