Por qué tu cerebro no puede evitar que la gente guapa te parezca mejor persona: así nos condiciona el efecto halo

Por qué tu cerebro no puede evitar que la gente guapa te parezca mejor persona: así nos condiciona el efecto halo
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Nuestra mente a veces nos engaña, y te contaré por qué. Imagínate que estás en una entrevista de trabajo. Entra el primer candidato, con un aspecto desaliñado y una expresión seria. Contesta bien a tus preguntas, pero no te impresiona mucho.

Después entra el segundo candidato: bien vestido, sonrisa radiante, seguridad en sus movimientos. Además es atractivo. Y aunque sus respuestas son similares a las del primer candidato, sientes que te cae mejor y que probablemente sería un gran compañero de equipo. Sin darte cuenta, acabas de experimentar el efecto halo.

¿Qué es el efecto halo?

El efecto halo es un sesgo cognitivo que nos lleva a generalizar una impresión positiva (o negativa) sobre una persona basándonos en una sola característica sobresaliente (por ejemplo la simpatía, la belleza, la inteligencia...).

Esto, claro, genera errores, porque a partir de una sola característica o cualidad de un objeto o de una persona, generalizamos esta impresión al resto de sus características (que no tienen por qué ser coherentes con esa impresión inicial). Por ejemplo, vemos a alguien muy atractivo y ya creemos que también es muy buena persona, o que es muy inteligente.

Pero, ¿cuál es su origen? Este fenómeno fue descrito por primera vez por el psicólogo Edward Thorndike en 1920, quien observó que los superiores militares tendían a evaluar a sus subordinados de manera global a partir de una impresión inicial basada en un rasgo particular, como la apariencia o el comportamiento.

Como curiosidad, el término "halo" hace referencia a la imagen de un halo de luz que rodea a una figura santa, simbolizando cómo una característica positiva puede influir en la percepción global de una persona.

El efecto halo es un sesgo cognitivo por el cual una característica positiva, como la belleza, puede influir en la percepción global de una persona, algo que nos puede llevar a error.

¿Por qué se produce el efecto halo?

El cerebro humano busca constantemente maneras de simplificar la toma de decisiones. Evaluar a las personas basándonos en múltiples rasgos puede ser un proceso largo y complicado, por lo que nuestro cerebro utiliza atajos cognitivos, o heurísticas, para acelerar estas evaluaciones. 

La apariencia física es uno de los atajos más comunes debido a que es inmediatamente observable. Además, los seres humanos hemos evolucionado para asociar la belleza con la salud y la competencia. 

En tiempos ancestrales, elegir compañeros saludables y capaces era esencial para la supervivencia. Y aunque vivimos en un mundo mucho más complejo hoy en día, estos mecanismos ancestrales todavía influyen en nuestras percepciones y juicios.

Cómo nos condiciona el efecto halo en la vida diaria

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Película 'El Diablo se viste de Prada' (2006)

En el entorno laboral

Volvamos al ejemplo de la entrevista de trabajo. El efecto halo puede hacer que los candidatos atractivos sean percibidos como más competentes, confiables y amables, lo que les da una ventaja injusta sobre otros candidatos igualmente calificados. 

Esto afecta a las oportunidades laborales de las personas menos atractivas, pero también puede llevar a decisiones de contratación menos óptimas para las empresas.

En las relaciones personales

El efecto halo también influye en nuestras relaciones personales. Las personas atractivas suelen recibir más atención y simpatía (aunque a veces también generan el efecto contrario; la envidia), y esto puede traducirse en mejores oportunidades sociales y románticas.

Esto puede llevar a una mayor autoconfianza y, a su vez, a un círculo virtuoso donde las personas atractivas desarrollan habilidades sociales más fuertes simplemente porque tienen más oportunidades para practicar y mejorar estas habilidades.

Ejemplo cotidiano: la simpatía de los famosos

Considera cómo percibimos a las celebridades. A menudo asumimos que los actores y actrices atractivos son también personas agradables y talentosas en otros aspectos de la vida. Sin embargo, esta percepción no siempre coincide con la realidad.

Hay numerosos casos de celebridades atractivas que han demostrado comportamientos poco éticos o desagradables. Aun así, el efecto halo nos lleva a darles el beneficio de la duda más fácilmente que a aquellos con una apariencia menos atractiva.

Algunas consecuencias del efecto halo

El efecto halo tiene diversas implicaciones sociales y personales. Por ejemplo:

  1. Desigualdad social: Las personas consideradas atractivas suelen recibir mejores oportunidades laborales, educativas y sociales. Esto perpetúa un ciclo de privilegio basado en la apariencia física.
  2. Autoestima y salud mental: Las personas que no cumplen con los estándares de belleza pueden experimentar una menor autoestima y mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión debido a la discriminación y las expectativas sociales.
  3. Relaciones personales: Las percepciones distorsionadas pueden afectar la calidad de nuestras relaciones, llevándonos a idealizar o subestimar a las personas basándonos en su apariencia.

Cómo podemos mitigar este sesgo

Aunque el efecto halo es un sesgo profundamente arraigado, existen algunas estrategias para minimizar su impacto:

  1. Autoconciencia: Reconocer que todos estamos sujetos a sesgos puede ayudarnos a cuestionar nuestras primeras impresiones y a evitar tomar decisiones precipitadas basadas en la apariencia.
  2. Evaluaciones objetivas: En el entorno laboral, usar criterios de evaluación claros y objetivos puede reducir la influencia del efecto halo. Por ejemplo, realizar entrevistas estructuradas y utilizar pruebas de habilidades específicas puede ayudar a centrarse en las competencias reales de los candidatos.
  3. Diversidad y representación: Promover una mayor representación de diferentes tipos de belleza en los medios y en la vida pública puede ayudar a desafiar y ampliar nuestros conceptos de atractivo y valor personal. Porque, efectivamente, la belleza es mucho más que 'algo físico'.

Foto | Portada (Película Barbie, 2023)

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