La vida está llena de encuentros y despedidas. A lo largo de nuestro camino, conoceremos a personas muy diferentes, que nos marcarán de diferentes maneras. Algunas de ellas están destinadas a quedarse por un corto espacio de tiempo, pero otras se quedarán, y algunas nos marcarán para siempre.
En este artículo vamos a conocer una metáfora que menciona el médico y conferenciante Mario Alonso Puig, y que nos ayudará a entender mejor estos tres tipos de relaciones: y es que, las personas que pasan por nuestra vida se pueden clasificar como ramas, hojas y raíces. Pero, ¿qué significa esto realmente y por qué solo una querrás que se quede?
1) Personas hoja: relaciones temporales
Las hojas son personas que pasan por tu vida de manera temporal. Son como las hojas de un árbol que cambian con las estaciones. Pueden llegar a tu vida en momentos específicos, quizás en tiempos de necesidad o alegría, pero eventualmente se van.
Estas personas no están destinadas a quedarse para siempre, y su presencia puede ser fugaz. Las hojas pueden enseñarte lecciones importantes, proporcionarte momentos de felicidad o ayudarte en situaciones difíciles, pero una vez que cumplen su propósito, se van.
- Ejemplo de personas hoja
Imagina que te haces amigo de un compañero de trabajo durante un proyecto importante. Compartís desayunos, risas y momentos de estrés, pero una vez que el proyecto termina y uno de los dos cambia de trabajo, la relación se disuelve sin mayor complicación. Este compañero ha sido una hoja en tu vida: importante en su momento, pero no destinado a quedarse.
2) Personas rama: apoyo que puede ser pasajero
Las ramas representan a personas que tienen una conexión más fuerte y duradera contigo que las hojas, pero aún así pueden romperse y alejarse. Las ramas son personas que están allí para apoyarte durante períodos más largos, quizás años o décadas.
Sin embargo, pueden romperse bajo presión o cambiar de dirección en su vida, alejándose en algún momento dado. Las ramas pueden ser amigos cercanos, conocidos o incluso familiares que están contigo durante una fase valiosa de tu vida, pero no necesariamente para siempre.
- Ejemplo de las personas rama
Un amigo rama podría ser un amigo de la universidad con el que mantuviste una relación cercana durante años. Compartisteis muchos momentos importantes y os apoyasteis mutuamente en varias situaciones. Pero cuando enfrentaste una crisis personal, notaste que este amigo no estaba tan presente como esperabas.
Y aunque sigue siendo parte de tu vida, la conexión no es tan sólida en los momentos más críticos. Este amigo es una rama: importante y duradero, pero no siempre lo suficientemente fuerte para todas las pruebas que nos pone la vida.
3) Personas raíz: personas fundamentales
Finalmente encontramos las raíces, que son las personas más importantes y fundamentales en tu vida. Son aquellos que están profundamente conectados contigo y permanecen a tu lado pase lo que pase. Estas personas son tu sistema de apoyo, y te proporcionan estabilidad y fuerza.
Así, las raíces no solo están presentes en los buenos tiempos, sino también en los malos, ayudándote a crecer y a superar dificultades. Las raíces son amigos verdaderos, familiares cercanos o parejas que permanecen a tu lado a lo largo de los años, sin importar las circunstancias.
- Ejemplo de las personas raíz
Piensa en un mejor amigo o un miembro de la familia que ha estado a tu lado durante todas las etapas importantes de tu vida. Cuando pasaste por una pérdida dolorosa, esta persona estuvo allí para consolarte y apoyarte incondicionalmente.
Son personas que celebran tus alegrías contigo y que te ayudan a levantarte ante los fracasos. Este amigo o familiar es una raíz en tu vida: una presencia constante y fundamental que ofrece apoyo y estabilidad en todo momento.
¿Por qué solo querrás que se queden las raíces?
La vida, aunque bonita, también puede ser complicada, y es en esos momentos difíciles cuando descubrimos quiénes son nuestras verdaderas raíces. Las hojas y ramas cumplen su función en diferentes etapas y circunstancias, pero son las raíces las que realmente nos sostienen y nos ayudan a crecer.
Tener raíces fuertes en nuestra vida nos da la seguridad y la confianza para enfrentar los momentos más duros, sabiendo que no estamos solos, y también nos dan esa compañía para disfrutar de las alegrías.
Cómo identificar a las raíces en tu vida
Reconocer quiénes son las raíces en tu vida a veces es fácil, pero en otras ocasiones requiere tiempo y reflexión. Estas son algunas señales para identificarlas:
- Sientes una auténtica conexión: Sientes una conexión emocional auténtica con estas personas. Pueden entenderte y aceptarte tal y cómo eres, sin juicios ni condiciones.
- En lo bueno y en lo malo: Las raíces están contigo en todos los momentos importantes, buenos o malos. Su apoyo es constante y no varía con las circunstancias.
- La relación es resiliente: Las raíces no se rompen ante las situaciones complicadas. Si bien puede haber desacuerdos o dificultades, estas relaciones son capaces de superarlas y de salir fortalecidas.
Foto | Portada (Película La boda de mi mejor amigo, 1997)