Soluciones para no contraer toxoplasmosis durante el embarazo

Una de las cosas que muchas mujeres llevan mal durante el embarazo es no poder tomar jamoncito serrano ni ningún otro embutido durante la gestación para evitar el contagio de la toxoplasmosis. Suelen existir muchas dudas sobre si es posible comer embutido tras cocinarlo o congelarlo, por que al parecer no hay un consenso al respecto, y muchos médicos tienen opiniones diferentes. Vamos a intentar aclarar un poco el tema.

La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito llamado toxoplasma gondii que se encuentra parasitando la carne de muchos animales, entre ellos el cerdo. Es una enfermedad que si se contrae en otra etapa de la vida suele ser asintomática y no da ninguna clínica o sólamente algunos síntomas inespecíficos parecidos a los de la gripe, pero que si se adquiere estando embarazada puede transmitirse al feto y producirle problemas muy graves.

Por eso durante el embarazo se realizan varios análisis de sangre en los que se busca si la futura mamá ha pasado la enfermedad anteriormente (y ha quedado inmunizada para ella) o si por el contrario nunca ha tenido contacto con ella, y por lo tanto todavía tiene el riesgo de contagiarse y transmitirla al bebé.

En este último caso, a la madre se le prohibe consumir productos cárnicos y embutidos no elaborados, al igual que frutas y verduras no bien lavadas que puedan portar el bichito. También se recomienda no tener un trato cercano con los gatos, ya que el toxoplasma suele parasitarlos y éstos lo excretan por las heces cuando se han infectado.

El toxoplasma se muere a altas temperaturas de cocción, por tanto si se pueden comer productos bien cocinados durante el embarazo, esto incluye el jamón cocido, el chopedd, la mortadela o el pavo. Por ejemplo, si se puede comer un chorizo bien pasadito por la sartén. Se debe alcanzar una temperatura de más de 65 grados a la hora de freirlos, es decir el microondas no es suficiente. Ojo, el jamón serrano no está cocinado, sólo curado.

Respecto a la congelación, el parásito no aguanta temperaturas de 20 ºC bajo cero durante 2 días o de 10ºC bajo cero durante 3 días, por lo tanto se puede comer comida que haya sido congelada a 10 grados bajo cero o más siempre que hayan estado congelados durante unos días, y despés hayan sido descongelalos lentamente. El problema es que algunos de nuestros congeladores no llegan a estas temperaturas de frío, por lo que no son válidos para destruir al parásito, así que hay que asegurarse antes de utilizar este método.

Aparte de cocinar, congelar o no, lo que tenemos que tener en cuenta es que los productos envasados que podemos adquirir en grandes supermercado y de marcas de confianza, han pasado rigurosos controles de calidad y deberían estar libre de la enfermedad, por lo que se podrían comer todos los alimentos bien envasados. Evitar a toda costa productos llegados directamente de las matanzas.

Respecto a la transmisión através de un gato, hay que saber que estos sólo adquieren la infección si están en contacto con tierra (ya que el toxoplasma puede mantenerse infeccioso mucho tiempo en la tierra húmeda) o si comen carne infectada. Si se tiene un gato en casa, lo primero que se debería hacer es un análisis al gato para saber si pasó la infección o no. Una vez que la ha pasado, queda inmunizdo y ya no puede contagiarla. Por lo tanto si el gato pasó la enfermedad, se acabó el problema.

Si no la pasó, la posibilidad de que el gato la adquiera es muy remota. Si es un gato que nunca sale de casa, la única posibilidad de que se contagie es comiendo carne cruda. Si lleva mucho tiempo saliendo a la calle, lo más probable es que ya haya pasado la enfermedad. Además, si la contrae, el periodo en el que está liberando el parásito tan sólo es de 15 días, con lo cual, es bastante improbable que nos contagiemos.

Recomendaciones generales para evitar el contagio de la toxoplasmosis:

  • Cocinar bien la carne.
  • Lavar bien las manos después de manipular carne cruda.
  • No tomar leche ni huevos crudos.
  • Higienizar frutas y verduras.
  • Evitar trabajos de jardinería.

  • Evitar el contacto con gatos. Si ya se tienen gatos:
    • Darles alimentos preparados comercialmente o en sino alimentos bien cocinados y no crudos
    • Encargar la limpieza de sus excrementos a otras personas, utilizando siempre el cajón, vaciándolo diariamente y desinfectándolo periódicamente.
    • Lavarse bien las manos después de tener contacto con ellos

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