Ni en la nevera ni en una bolsa de plástico: así hay que guardar el pan para que se mantenga fresco más tiempo
Según un experto en desperdicio alimentario de Too Good To Go, el pan es uno de los alimentos más desechados en Europa. Esto hace que sea importante tomar medidas para alargar su vida útil, y la clave está en cómo conservarlo para que se mantenga fresco por más tiempo.
Hay quienes lo conservan dentro de una bolsa de plástico, pero al ir a comerlo lo encuentra chicloso o duro, y quienes lo guardan dentro de la nevera, pero tampoco es el sitio adecuado para hacerlo.
Según el panadero profesional holandés Joost Arijs, el almacenamiento en bolsas de plástico no solo afecta negativamente la textura y el sabor del pan, sino que también crea un ambiente idóneo para el crecimiento de bacterias y moho.
Esto ocurre porque el pan necesita una ligera circulación de aire para mantener su frescura, algo que las bolsas herméticas de plástico no permiten. Como resultado, la corteza pierde su característica crujiente, la miga se vuelve blanda y, en algunos casos, adquiere un sabor rancio.
Por su parte, el frigorífico es un ambiente frío que acelera la pérdida de humedad de los alimentos y esto acabará provocando su endurecimiento.
El truco para mantener el pan fresco por más tiempo
Para alargar la vida útil del pan y mantener su calidad, es fundamental optar por métodos de almacenamiento que permitan una ventilación adecuada como son las bolsas de tela o lino, como las que usaban nuestras abuelas. Estas bolsas permiten la circulación del aire y ayudan a mantener la corteza crujiente mientras evitan que el pan se humedezca.
Es necesario conservar siempre el pan en un lugar seco, aireado y alejado de la luz directa, para conservar su textura. Manteniéndolo en estas condiciones se mantiene fresco sin volverse gomoso y sin perder su textura crujiente por fuera.
Otra opción que ha caído en desuso son las tradicionales paneras, diseñadas para preservar la frescura del pan al controlar la humedad y permitir una ligera ventilación.
Y por último, si no vas a consumir el pan en pocos días, congelarlo es una excelente opción. Asegúrate de envolverlo bien para evitar quemaduras por congelación y descongélalo a temperatura ambiente cuando lo necesites.
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