Cuando hablamos de frutas que fortalecen el sistema inmunitario y aportan nutrientes esenciales, solemos pensar en naranjas, kiwis o granadas. Sin embargo, hay una fruta que, pese a su potencial nutricional, sigue siendo una gran desconocida en muchas mesas españolas: el caqui.
Este pequeño tesoro otoñal, además de ser delicioso, destaca por sus propiedades antiinflamatorias, su capacidad para reforzar las defensas y su ayuda en la prevención de la anemia.
La fruta con un perfil nutricional que sorprende
El caqui, también conocido como kaki o persimon (en su versión más dura), es rico en vitaminas, antioxidantes y minerales esenciales. Una ración de 100 gramos aporta aproximadamente:
- 70 calorías, lo que lo convierte en una fruta moderada en energía.
- 12 mg de vitamina C, crucial para fortalecer el sistema inmunitario y combatir los radicales libres.
- 2,6 g de fibra, que mejora la salud intestinal y regula el colesterol.
- 0,3 mg de hierro, que, combinado con la vitamina C, se absorbe de manera eficiente para combatir la anemia.
- Provitamina A (beta-carotenos), que protege la piel, la vista y las mucosas frente a infecciones.
Sobre el caqui, el nutricionista Pablo Ojeda explica que esta fruta "tiene un índice glucémico que entra en la sangre muy despacio, por lo que lo pueden consumir incluso los diabéticos".
Además, el caqui es una fuente natural de taninos, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a combatir procesos inflamatorios en el organismo.
Un aliado contra resfriados y gripes
El otoño es la época dorada del caqui y, curiosamente, coincide con el aumento de resfriados. Esto no es casualidad: el caqui está diseñado por la naturaleza para reforzar nuestras defensas justo cuando más lo necesitamos. Su alto contenido en vitamina C estimula la producción de glóbulos blancos, las células encargadas de combatir virus y bacterias.
A diferencia de otros cítricos, el caqui tiene una ventaja añadida: sus polifenoles. Estos compuestos son antioxidantes, tienen propiedades antivirales y pueden inhibir la replicación de ciertos patógenos, según estudios recientes.
Ejemplo: Si empiezas a notar los primeros síntomas de un resfriado, incluir un caqui en el desayuno junto con una infusión caliente de jengibre puede ayudarte a fortalecer tu sistema inmunitario y reducir la duración de los síntomas.
Prevención de la anemia: hierro y algo más
La anemia, especialmente la ferropénica, es una de las deficiencias nutricionales más comunes en España, afectando a mujeres en edad fértil y a personas mayores. El caqui, aunque no sea la fuente más rica en hierro, juega un papel clave en su prevención gracias a la sinergia de sus nutrientes.
La vitamina C del caqui multiplica la capacidad del cuerpo para absorber el hierro no hemo (de origen vegetal), lo que lo convierte en un complemento perfecto para alimentos como legumbres, espinacas o frutos secos.
Ejemplo: Un snack ideal para prevenir la anemia sería combinar un caqui con un puñado de almendras o nueces. Esta mezcla es nutritiva y además, deliciosa.
El efecto antiinflamatorio del caqui
Los taninos presentes en el caqui tienen un efecto calmante sobre el sistema digestivo y ayudan a reducir la inflamación en las mucosas, lo que es útil en casos de gastritis o colitis leve. Además, su contenido en flavonoides, como la quercetina, potencia su acción antiinflamatoria, protegiendo las células de los daños causados por el estrés oxidativo.
Un estudio reciente (2024), publicado en la revista científica Nutrientes, demostró que el caqui promueve respuestas antiinflamatorias, y otros estudios como este, publicado en la misma revista, también habla de los beneficios de esta fruta para la salud.
¿Cómo incorporarlo a tu dieta?
El caqui es una fruta versátil que se puede disfrutar de múltiples formas:
1. Fresco: Maduro, su textura cremosa y sabor dulce son irresistibles.
2. En ensaladas: Combínalo con espinacas, queso de cabra y nueces para un plato lleno de antioxidantes.
3. Batidos: Mezcla un caqui con plátano, leche vegetal y una pizca de canela para un desayuno reconfortante.
4. Postres saludables: Úsalo como base para preparar mousse o compota sin necesidad de añadir azúcar.