El fenómeno de Raynaud se debe al espasmo que disminuye el flujo sanguíneo en un área particular del cuerpo. Es muy frecuente en las extremidades, pero también se produce en el pezón de la mujer, una afección muy dolorosa cuando se está amamantando, ya que puede ir acompañado de grietas o ampollas.
Aunque aún queda mucho investigar sobre este síndrome, y se desconocen sus causas exactas, existen diversos factores de riesgo como el tabaquismo, el consumo de alcohol o el frío, entre otros. En el caso del pezón, podría desencadenarse cuando el bebé se separa del pezón, por el cambio de temperatura. En poco tiempo el pezón cambia de color.
Los textos de lactancia materna más prestigiosos (Lawrence, Carlos González y Comité de LM de la AEP...) hablan de que el Fenómeno Raynaud (FR) es un fenómeno isquémico (sufrimiento celular causado por la disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo), que es desencadenado por el frío y que se puede dar hasta en un 20% de mujeres en edad fértil.
El FR del pezón duele tanto durante las tomas como entre tomas, se caracteriza por los cambios de coloración del pezón y se puede acompañar de ampollas, grietas o úlceras, por lo que resulta muy doloroso.
Con frecuencia se confunde con una infección por Candida albicans. En cuanto al tratamiento, se suele recomendar evitar el tabaco, el frío y las drogas vasoactivas, y el nifedipino (fármaco para tratar la hipertensión) suele ser eficaz y es compatible con la lactancia materna.
Ante un pezón dolorido, los especialistas han de asegurarse de que existe una técnica de lactancia correcta e investigar el papel del frío y la existencia de cambios de coloración del pezón, ya que puede ser causa de abandono de la lactancia y el tratamiento con nifedipino puede aliviar el problema.
Las madres describen el fenómeno o síndrome de Raynaud como un ardor en el pezón, cuando se pone blanco. Después de haber cambiado de color (puede adquirir diversas tonalidades durante minutos e incluso horas), vuelve a su color natural (ya que la sangre vuelve a fluir en el pezón), y la madre notará como un latido.
Expertos en LM han descrito en el reciente Congreso español de Lactancia Materna su experiencia con 6 madres aquejadas de un síndrome Raynaud del pezón.
La mayoría de las visitas fueron en meses fríos, y los 6 bebés tenían entre 15 días y un mes de edad. Ninguna madre refería antecedentes de patología reumática, no se confesaron fumadoras durante el embarazo o la lactancia ni recogimos antecedentes de intervenciones quirúrgicas mamarias.
Sólo en dos casos existían antecedentes de mala posición al mamar: una madre presentó grietas durante los primeros días, solucionadas antes de ser visitada en nuestras consultas; y la otra refería síntomas compatibles con un síndrome de mala posición al mamar. Otra madre había recibido fluconazol ante la sospecha de candidiasis del pezón.
El dolor era más frecuente tras la toma, al cabo de unos minutos. Explicaban que el pezón se blanqueaba cuando notaban el dolor. Al recuperar el color, el pezón se tornaba azulado a rojo muy intenso. La toma fue valorada como correcta en 5 de 6.
Aunque la intensidad y frecuencia de los síntomas era variable, se les prescribió a todas las madres nifedipino, ya que los síntomas fueron progresivos (más intensos y frecuentes cuanto más tiempo pasaba). Las 5 madres que continuaron con el tratamiento mejoraron (menos frecuencia e intensidad de las crisis), pero en un caso hubo que aumentar la dosis para notar efectos beneficiosos.
Las conclusiones de los especialistas son las siguientes:
El FR del pezón es poco frecuente, de inicio precoz (en el primer mes), no se relaciona con el tabaquismo ni con el síndrome de mala posición al mamar, aparece en los meses fríos, es progresivo y suele mejorar con nifedipino. Como su diagnóstico es clínico, creemos muy importante que sea la madre quien espontáneamente refiera los cambios de coloración del pezón. En nuestra experiencia, el FR del pezón no interfirió con la lactancia, pero se trataba de madres muy interesadas en seguir amamantando a sus bebés que, además, respondieron al tratamiento con nifedipino.
Es decir, que en principio el síndrome Raynaud en el pezón no tiene por qué ser impedimento para amamantar al bebé en estos primeros días de vida y posteriormente si es diagnosticado y tratado adecuadamente.
Más información | IHAN (páginas 147-8), Nenitos, Sharp En Bebés y más | El V Congreso Español de Lactancia Materna al detalle, Razones médicas para no amamantar