Hace unas semanas, la Academia Americana de Pediatría actualizó sus recomendaciones sobre la lactancia materna, estableciendo que debería extenderse por lo menos hasta los primeros dos años de vida. Y las razones para hacerlo son cada vez más claras.
En los últimos años diversos estudios han encontrado que prolongar la lactancia aporta diversos beneficios para el bebé, y el estudio que hoy compartiremos realizado por investigadores gallegos no es la excepción, pues se encontró que una lactancia prolongada ayuda a reducir el riesgo de obesidad a largo plazo.
Cuanto más tiempo de lactancia, mayor protección
Publicado en la revista Acta Paediatrica y realizado por un equipo multinacional que incluía investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estudio consistió en una revisión sistemática y meta-análisis de investigaciones recientes sobre la relación entre la lactancia materna y el riesgo de padecer obesidad o sobrepeso en la vida adulta.
Este análisis, que fue financiado por la OMS, revisó 159 estudios realizados entre agosto de 2014 y mayo de 2021. De acuerdo con los resultados obtenidos, la lactancia materna protege a los bebés de padecer obesidad y sobrepeso, y cuanto más larga sea la lactancia mayor será esa protección.
Los investigadores señalan que lo más recomendable es que el bebé mame directamente de la madre, pues de este modo es menos probable que coma en exceso gracias a la concentración de la leche materna, que va cambiando mientras el bebé se alimenta y le enseña a regular su apetito.
Los beneficios de la lactancia prolongada
Como mencionábamos al inicio, este no es el primer estudio que demuestra los beneficios que puede tener la lactancia prolongada.
En el caso de los bebés, un estudio reciente encontró que la lactancia prolongada beneficia el desarrollo cognitivo hasta la adolescencia, y que a mayor duración de la lactancia, más notorios son sus beneficios.
Y las madres también se benefician. Un estudio encontró que una lactancia materna extendida reduce el reduce el riesgo de padecer hipertensión después de la menopausia, mientras que otro estudio concluyó que podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en la madre a largo plazo. Además, cada mes extra que se da el pecho también reducirá el riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, ovarios y útero.
Por otro lado, la duración de la lactancia también puede influir en la relación entre madres e hijos, pues una investigación encontró que esto estaba íntimamente relacionado con el desarrollo de una mayor sensibilidad materna a lo largo de varios años.