Durante muchos años, en Bebés y más, hemos hecho hincapié en los problemas que muchas mujeres tienen con la lactancia al acudir a algunos profesionales de la salud que no tienen los conocimientos suficientes para ayudarlas. No sucede con todos, obviamente, pero sí hay un gran número de ellos que no saben lo suficiente, y lo que es peor, que no son conscientes de que no saben. Esto quiere decir que muchos dan consejos médicos y soluciones que, a menudo, solo sirven para dificultar la lactancia y en ciertas ocasiones, acabar con ella.
Pero ya no hay excusa, porque el Ministerio de Sanidad acaba de publicar la Guía de Práctica clínica sobre lactancia materna, por la que los profesionales de la salud que trabajamos en España deberíamos regirnos.
¿Cuál es el profesional de la salud para las madres lactantes?
Son muchos los profesionales que trabajan en la actualidad que cuando estudiaron su profesión apenas recibieron formación sobre lactancia materna. Yo como enfermero recuerdo que fue una clase de algo más de hora y media, y los médicos aseguran que no fue mucho tiempo más (algunos dicen que fue una hora como mucho). Imaginad los conocimientos que puede tener sobre lactancia una persona que recibió una formación tan corta: ninguno, o casi ninguno.
Por eso, los profesionales que atienden a las madres tienen que formarse de manera externa o posterior a su carrera (los que estudiaron hace algunos años al menos), y sobre todo aquellos que más las vemos: médicos, pediatras y enfermeras/os. No me olvido de las matronas y ginecólogos, siendo las primeras las que más suelen considerarse como profesional de referencia, pese a que en caso de requerir alguna medicación deba ser finalmente un facultativo quien la prescriba.
Entonces, ¿quién es el profesional de la salud para las madres lactantes? En realidad, debería ser la figura de la IBCLC, que son las consultoras de lactancia certificadas, pero por ahora no forman parte de la seguridad social (sí hay enfermeras, médicos, pediatras, matronas... que son IBCLC, pero su puesto de trabajo no es tal), y al final son todos.
Todos tienen entre sus competencias el fomento, educación y consejo de la lactancia materna por diferentes razones. El pediatra y enfermero de pediatría, porque son los que ven al bebé, y deben preocuparse por su alimentación. La matrona, porque visita a la mamá en el posparto y debe velar por el correcto amamantamiento. El médico de cabecera porque si la mujer enferma, debe atenderla como a una madre lactante, prescribiendo los medicamentos que sean compatibles con la lactancia. Y el ginecólogo, por si hubiera algún problema a nivel del pecho.
Ahora sí que ya no hay excusa
Todos deben estar formados, así que aunque en realidad nunca han tenido excusa, porque la información no solo está en las universidades, sino también en la calle (muchas madres tienen más formación sobre lactancia que muchos profesionales), a partir de ahora aún tiene menos. La Guía de Práctica clínica sobre lactancia materna está colgada en internet y es un pdf que podéis descargar en cualquier momento, vosotras/os como padres, y los profesionales como tales.
Vamos, que si hasta ahora eran muchas las madres que llegaban al pediatra, al médico o la enfermera con fotocopias de estudios y recomendaciones, ahora tienen aún más motivo para hacerlo: "¿Acaso no se ha leído usted, querido profesional, la guía de lactancia materna del Ministerio de Sanidad? Porque yo sí me la he leído y no dice exactamente eso que me comenta".
Más información | Guía de Práctica clínica sobre lactancia materna en pdf
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