El juego simbólico es aquel con el que los niños más aprenden durante toda su infancia. Tiene múltiples beneficios para el desarrollo de los peques porque con él, los niños ensayan jugando situaciones en las que más tarde se desenvolverán en la vida real. Para fomentarlo, debemos potenciar aquellas actividades que lo estimulan y poner a su alcance los juegos adecuados para que lo desarrollen.
Qué es el juego simbólico
En el juego simbólico los niños ponen en práctica lo aprendido mediante su capacidad de observación en el entorno que les rodea.
El juego simbólico también sirve para recordar lo aprendido mediante el juego de repetición
Un ejemplo de juego simbólico es ese en el que el peque juega a conducir un coche como lo hacen papá o mamá, cuida a sus muñecos como sus padres le cuidan a él o juega a hacer la comida como ha visto que la preparan los adultos.
El juego simbólico le sirve para recordar lo aprendido mediante el juego de repetición y le ayuda a perfeccionar conductas ante situaciones en las que más tarde tendrá que desenvolverse en un escenario real.
Los niños simulan situaciones imaginarias jugando a ser superhéroes, astronautas o médicos. Este juego les sirve como laboratorio de experimentación. Mientras juegan, interpretan otros roles y practican habilidades que les ayudan a desarrollar sus propias capacidades.
Beneficios del juego simbólico en los niños
Los beneficios del juego simbólico se observan en todos los planos del desarrollo infantil, ya que estimula el desarrollo físico, psíquico, afectivo y social de los niños. Estos son los más destacados:
- Facilita la expresión de sentimientos y emociones.
- Desarrolla la imaginación y la creatividad.
- Activa las habilidades y competencias socioemocionales.
- Les ayuda a comprender y asimilar el entorno que les rodea.
- Ensayan diferentes roles.
- Practican diferentes actividades.
- Adquieren conocimientos útiles para su vida diaria.
Con el juego simbólico, los niños adquieren conocimientos útiles para su vida diaria
- Desarrollan el lenguaje y adquieren nuevo vocabulario, ya que los niños verbalizan continuamente mientras juegan, tanto si están solos como acompañados.
- Les ayuda a comprender el entorno que les rodea y el funcionamiento de las cosas.
- Fomenta la autoestima y el autocontrol, proporcionando confianza en uno mismo.
- Estimula la curiosidad, que es el motor de cualquier aprendizaje.
- Ayuda a estructurar el pensamiento.
- Facilita el conocimiento de sus propias posibilidades físicas desarrollando su psicomotricidad y dominio de su cuerpo.
Actividades para favorecer el juego simbólico
Para favorecer el juego simbólico, debemos procurar a los peques las herramientas y situaciones necesarias para que este tipo de juego se desarrolle.
Podemos jugar con ellos imaginando situaciones ficticias que les ayuden a aprender cómo actuar si se tratara de situaciones reales. Por ejemplo, jugando a los médicos podemos enseñarles las distintas partes del cuerpo humano y también familiarizarle con sus visitas al pediatra.
Es importante poner a su disposición juguetes adecuados para estimular este tipo de aprendizaje. Si les proporcionamos determinados juguetes que les ayudan a imitar los comportamientos adultos, como un volante de juguete, estaremos estimulando sus habilidades.
Mientras los peques practican el juego simbólico, también trabajan otros aspectos del desarrollo, como la coordinación. Utilizan sus manos para manipular los objetos con los que juegan y de esta forma mejoran su habilidad psicomotora.
Mientras los peques practican el juego simbólico, también trabajan otros aspectos del desarrollo, como la coordinación
En este sentido, juguetes como el robot teledirigido RoboChicco ayudan a fomentar tanto el juego simbólico como la psicomotricidad fina de los niños.
RoboChicco es el primer coche transformable para los más pequeños. Al tener dos modos de juego (como vehículo y como robot) pueden jugar a hablar con el robot o simular la conducción de un coche. Además, su transformación manual favorece su coordinación. También tiene luz y sonido y su mando de control remoto, con 4 botones de dirección, dispone de un botón central para efectos especiales. Todo esto favorece que el niño aprenda la relación causa/efecto y, al tratarse de un juguete interactivo, potencia que juegue con él durante más tiempo.
Debemos dejar que el peque desarrolle el juego simbólico tanto tiempo como desee. Es importante no cortar al niño en mitad de su proceso imaginativo, pues podría crearle cierta frustración. Para ello, lo mejor es escoger para jugar momentos del día en los que sepamos que dispone de cierto tiempo libre.
El juego es la herramienta fundamental de aprendizaje y desarrollo de los niños y les acompaña durante toda su infancia. Con las actividades y juguetes adecuados, podemos estimular a nuestros hijos para que desarrollen sus capacidades mientras se divierten jugando.
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