A ningún padre se le ocurriría salir a pasear con el bebé en verano sin aplicar crema solar ni taparle con un gorrito, pero ¿y cubrirle los ojos con gafas de sol? Si vosotros os protegéis con ellas, con más motivo deben llevarlas vuestros retoños, puesto que son más sensibles a los rayos UV.
¿Por qué es necesario que los bebés y los niños estén protegidos con gafas de los rayos UV cuando están al aire libre? Eso les va a ayudar a defenderse de las enfermedades oculares más comunes que pueden desarrollar más adelante en la vida, como las cataratas, porque la exposición al sol tiene un efecto acumulativo.
Sin embargo, antes de comprar unas gafas de sol para vuestro peque, debéis aseguraros de que cumplen con los estándares de calidad con los que realmente ejercen su función protectora. Huid de los artículos muy bonitos pero sin garantías. Os contamos cómo escoger las mejores para vuestro hijo de la mano de los expertos de Chicco.
Bloquear el 100 % de los rayos ultravioletas
Las gafas de sol para bebés, como las de los adultos, tienen que parar el 100 % de los rayos UVA y UVB, característica que os asegura el modelo para bebés +0 de Chicco, por sus lentes con filtros que eliminan los rayos ultravioletas.
Estas gafas, al igual que el resto de las que comercializa Chicco para otras edades, pertenecen a la categoría Filtro Solar 3, una protección adecuada para playa y montaña y la más recomendada para los niños.
Materiales a prueba de niños
Las gafas con lentes de policarbonato, además de protección contra los rayos ultravioletas, aportan ligereza y una gran resistencia a los golpes. Así, en el caso de que se rompieran, los peques no se dañarían como sucedería con unas de cristal.
La montura y las varillas, además de un tamaño adecuado a la edad, deben estar fabricadas con materiales hipoalergénicos, atóxicos, antichoques y flexibles. Y, por supuesto, las gafas deben estar homologadas acorde con la directiva UE 89/696/CE, tenéis que comprobar que cuenta con la marca CE (Comunidad Europea). Lo mejor para vuestra tranquilidad y su seguridad es comprarlas en establecimientos de confianza.
La elección perfecta para ti y para él
Eso sí, antes de adquirirlas, es necesario que se las probéis al niño para comprobar si se adaptan a la cabeza perfectamente, que no se deslizan y tampoco le aprietan. Si vuestro peque es de los que a la mínima se las quitan, algo que puede suceder sobre todo las primeras veces, podéis explicarle por qué es importante que las lleven y qué consecuencias tiene no llevarlas.
Otra opción es ajustárselas con una banda elástica con la que, además, os aseguráis que no se le caen al suelo. Si le implicáis en la compra y les dejáis que él mismo elija sus favoritas, estará más dispuesto a ponérselas. Si vosotros os protegéis con gafas de sol, a ellos les será más fácil querer llevarlas.