Marianita tiene 12 años, está embarazada de su padre, tras múltiples violaciones. Tiene una neumonía, la tensión arterial demasiado alta y una cardiopatía asociada.
Está ingresada en el Hospital "Bertha Calderón", en Nicaragua, donde ha permanecido unas semanas en la UCI.
Por una parte, los médicos concluyen que sólo una interrupción del embarazo garantizaría que la menor siguiera con vida, sin embargo el bebé lleva 24 semanas gestándose y provocar un aborto parece ser inviable y supondría además una ilegalidad que significaría una pena de cinco a diez años de prisión y la suspensión de la licencia del médico que lo asistiera. El padre de la menor se suicidó hace unas semanas al hacerse pública la noticia de que era el padre del bebé (y el abuelo...). La madre de Marianita, que culpa a su hija de la muerte de su padre, se niega a cuidarla y a hacerse cargo de ella.
Aunque ya ha salido de la Unidad de Cuidados Intensivos el pronóstico sigue siendo reservado. “Como se sabe, tras la prohibición del aborto terapéutico en Nicaragua, los médicos gineco-obstetras estamos trabajando bajo presión y en este tipo de casos actuamos sólo recibiendo órdenes directas", comentan los médicos.
Una Procuradora Especial de la Niñez, Norma Moreno, se ha hecho cargo del caso con la intención de defender el derecho de la niña a vivir de una manera digna y con calidad. Norma Moreno está investigando el caso conforme a la ley establecida y declara que "si es necesario aplicar el aborto terapéutico para salvarle la vida debe hacerse".
Con respecto a la madre se está haciendo lo posible para que reciba soporte psicológico. Esperemos que surta efecto y que la madre de Marianita ejerza como tal y proporcione todo su apoyo a una hija de 12 años que no merece lo que está viviendo.
Foto | Flickr Vía | El nuevo diario | La Prensa