Adiós a las mandarinas secas: el truco de los fruteros para elegir las más jugosas del supermercado

La mandarina es una de las frutas preferidas por los españoles que la hace una de las más consumidas desde comienzos de otoño hasta el mes de marzo. Tiene importantes beneficios para la salud gracias a su alto contenido en agua y una cantidad significativa de minerales y vitaminas, entre ellas la vitamina C, eficaz para prevenir resfriados.

Entre otros beneficios, las mandarinas también ayudan a reducir el ácido úrico de nuestro organismo y el colesterol perjudicial, gracias a la pectina; ayuda a la absorción de hierro, a la vez que aporta fibra y vitamina A (con beneficios para la piel y el cabello), calcio y fósforo.

A pesar de ser una fruta deliciosa, a veces no escogemos bien a la hora de comprarlas en la frutería, por ellos los fruteros recomiendan los mejores trucos para elegir las mandarinas más jugosas del supermercado. Qué tenemos que mirar.

Cómo elegir las mejores mandarinas antes de comprarlas

Es importante revisar ciertos aspectos de las mandarinas para asegurar que nos llevamos a casa una fruta de calidad, como por ejemplo:

Fíjate en las hojas

Algunas mandarinas tienen hojas adheridas, lo que puede ser un excelente indicador de frescura. Observa el color y el estado de estas hojas: si son de un verde intenso y se ven frescas, es señal de que la mandarina está en buen estado. Si, por el contrario, las hojas están secas o marchitas, probablemente la fruta esté pasada o no sea de la mejor calidad.

El peso importa

El peso es un detalle crucial para determinar la calidad de la mandarina sin pelarla. Una mandarina pesada indica que tiene mucho jugo, lo que generalmente también significa que será dulce. Si al sostenerla sientes que es ligera, es probable que esté seca o agria. Escoge las mandarinas con buen peso para evitar desperdiciar y asegurarte de que estén jugosas.

Ten en cuenta el tamaño

Aunque el tamaño puede relacionarse con el peso, no siempre una mandarina grande es garantía de que será jugosa. Algunas frutas grandes pueden ser secas y agrias. Asegúrate de que el peso sea proporcional al tamaño para elegir la mejor. Además, las mandarinas más grandes suelen tener un mayor contenido de nutrientes, lo que también es un punto a favor si buscas una opción nutritiva.

La textura de la cáscara

Uno de los factores clave para reconocer una buena mandarina es observar su cáscara. Procura que sea fina, uniforme y sin protuberancias, ya que estas últimas pueden hacer que la fruta resulte menos agradable al paladar. También verifica que no tenga manchas ni cortes en la superficie, ya que estos podrían indicar daños o mal estado.

La consistencia al tacto

Cuando presiones ligeramente la mandarina, su textura debe ser firme pero no dura, y tampoco blanda. Si está demasiado dura, significa que no ha madurado lo suficiente; en cambio, si está muy blanda, podría estar golpeada o en mal estado. Busca un equilibrio en la consistencia para asegurarte de que está en su punto ideal.

El aroma

El olor de una mandarina fresca es un indicador infalible. Una fruta de calidad debe tener un aroma dulce y agradable, ni demasiado intenso ni agrio. Al olerla, confía en tu intuición, ya que reconocerás fácilmente el característico aroma de una mandarina madura y jugosa.

Con estos consejos de los fruteros podrás seleccionar mandarinas de excelente calidad para disfrutar al máximo de su sabor y frescura.

Foto | Suzy Hazelwood y Anna Tarazevich en Pexels

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