Las emociones son como una brújula interior que nos guía a la hora de actuar. Pero algunas personas viven las emociones de forma muy intensa, algo que repercute en sus pensamientos, acciones y relaciones.
No es algo "bueno ni malo" de por sí, simplemente es una forma de sentir particular que, además, tiene que ver con el rasgo de la personalidad de la alta sensibilidad (personas altamente sensibles o PAS), que investigó en profundidad y dio a conocer la Doctora Elaine Aron. Se trata de un rasgo hereditario y variable que tiene entre el 15 y el 20% de la población.
Así, la emocionalidad intensa es una característica de las personas PAS, pero no todas las personas emocionalmente intensas son PAS. Entonces, ¿cómo identificar a estas personas? ¿Debemos tratarlas de alguna manera "especial"? Te traigo siete señales de las personas emocionalmente intensas y cómo aprender a relacionarnos con ellas de forma empática.
Siete señales de las personas emocionalmente intensas y cómo acompañarlas
1. Profundidad en la experiencia emocional
Las personas emocionalmente intensas viven sus emociones en un nivel profundo. Son personas profundas que se cuestionan mucho las cosas, que sienten con intensidad y pasión, tanto las situaciones positivas como las negativas, las emociones agradables y las no tan agradables.
Por ello, si notas que alguien experimenta las emociones de manera profunda y visceral, es probable que posea esta intensidad emocional. Para tratarlas con empatía, valida sus sentimientos y permíteles expresarse sin juzgar. Evita frases como "no exageres", "es que te lo tomas todo muy a pecho", "no le des tanta importancia" o "no es para tanto".
2. Cambios de humor rápidos
La montaña rusa emocional es familiar para aquellos emocionalmente intensos. Sus estados de ánimo pueden cambiar rápidamente, desde la euforia hasta la tristeza en un abrir y cerrar de ojos.
Si notas intensos cambios de humor en alguien, es posible que esté navegando por la intensidad emocional. Para tratar con empatía a estas personas, sé paciente y muestra comprensión ante estos giros emocionales, reconociendo que son una parte natural de su experiencia, y que también es válida.
3. Ponen mucha pasión en lo que hacen
La pasión define las actividades de las personas emocionalmente intensas. Sea cual sea su interés, lo abordan con una dedicación apasionada. Puedes reconocerlo por ejemplo por sus miradas, por sus expresiones faciales cuando hacen algo con lo que disfrutan y que les motiva; su expresión es relajada, de placer, y su mirada brilla.
Si encuentras a alguien completamente inmerso y entregado a sus actividades, es probable que esté viviendo esa intensidad emocional. Anima sus pasiones y muestra interés genuino por lo que les apasiona. De esta forma, estarás creando un espacio donde pueda expresar su singularidad emocional.
4. Muestran reacciones intensas ante el dolor
El dolor, ya sea físico o emocional, puede desencadenar reacciones particularmente intensas en estas personas, debido a su sensibilidad. Pueden experimentar una sensación abrumadora de tristeza o desesperación.
De esta forma, si detectas que alguien reacciona intensamente ante el dolor, es probable que esa persona también sea emocionalmente intensa. Ofrece apoyo compasivo y, si es necesario, anima a buscar ayuda profesional para gestionar estas emociones.
5. Son sensibles y empáticas
Son también personas muy sensibles y empáticas. Y esto tiene su explicación científica. Un estudio liderado por Bianca P. Acevedo, de la Universidad de Carolina, Santa Bárbara, en el que también participó la Dra. Elaine Aron (experta en alta sensibilidad), reveló que las personas con mayor sensibilidad (o alta sensibilidad) muestran una activación más fuerte en las regiones cerebrales relacionadas con la conciencia, la empatía y la conexión interpersonal.
6. Tienden al perfeccionismo y la autocrítica
La búsqueda de la perfección y la autocrítica son rasgos comunes en personas emocionalmente intensas. Pueden ser extremadamente autoexigentes, buscando la excelencia en todo lo que hacen y frustrándose con facilidad cuando esa "perfección" no llega.
En este sentido, pueden tener expectativas o metas poco realistas, que se esfuerzan en lograr (aunque no siempre sea posible), debido a esos estándares tan altos que se imponen. ¿Cómo acompañar? Básicamente, ofreciendo apoyo y ayudándoles a relativizar cuando se pueda y a aceptarse tal y cómo son.
7. Tienen más crisis vitales (o más intensas)
Aunque todos pasamos por crisis existenciales, estas personas pueden pasar más fácilmente por ellas, ya que a menudo se sienten solas e incomprendidas en un mundo lleno de estímulos y de personas que no siempre vibran en su misma sintonía a nivel emocional. También, porque son personas que se cuestionan mucho todo, tal y cómo decíamos en la introducción.
Así, estas crisis más habituales o intensas tienen que ver con esa conexión más profunda con las emociones (que a veces les desborda). Y es que la capacidad de estas personas para sumergirse plenamente en experiencias, ya sean positivas o no tan positivas, las expone a una gama más amplia de situaciones, que no siempre son fáciles de gestionar.
Foto | Portada (Película Guardianes de la Galaxia, 2014)