Aunque solemos usar de manera indiferente "envejecer" y "hacerse viejo", la realidad es que estas son dos cosas totalmente diferentes y no van necesariamente de la mano. Por ejemplo, envejecer es inevitable: todos en algún momento llegaremos a la vejez. Pero hacerse viejos, es un asunto que tiene más que ver con nuestra mentalidad y actitud que con nuestra edad física. Y para esto, el cerebro es clave.
Mientras que quizás no vamos a poder frenar los signos evidentes y obvios de que nos vamos haciendo mayores, como las canas y las arrugas, cuando se trata de la edad de nuestro cerebro sí que hay varias cosas que podemos hacer para cuidarle - y es por esto que seguramente alguna vez te has encontrado con personas de edad avanzada y mentalidad joven.
Si esto es algo a lo que tú también deseas aspirar, la ciencia ha revelado cinco hábitos clave para ayudarnos a mantener nuestro cerebro joven sin importar la edad.
1) Socializar
De acuerdo con algunos estudios, el aislamiento social es una de las cosas que más puede afectar nuestra mente: aumenta hasta en un 50% el riesgo de demencia. Aunque este resultado es de una investigación en adultos mayores, otro estudio ha vinculado el aislamiento social con consecuencias adversas para la salud cerebral, incluyendo función ejecutiva deteriorada y declive cognitivo acelerado en cada etapa de la vida.
Por ello, socializar y tener conexiones o vínculos cercanos es una de las cosas que más se recomienda para nuestra salud mental. Para ello no es necesario que interactuemos con decenas de personas o tengamos un gran grupo de amigos: basta con que tengamos unos cuantos amigos cercanos, pero con conexiones fuertes y significativas que nos hagan sentir satisfechos con nuestra vida.
2) Practicar la relajación
El estrés es uno de los principales enemigos de nuestro cerebro: múltiples estudios han encontrado que puede cambiar la estructura y funcionalidad del cerebro, así como limitar o frenar la producción de nuevas neuronas en el hipocampo. Cuando el estrés es crónico, incluso puede aumentar los niveles de glutamato, un neurotransmisor que juega un papel importante en nuestras funciones cognitivas y en nuestra memoria.
Aunque el estrés es parte de la vida y todos en algún momento vamos a sufrirlo en menor o mayor cantidad, es importante que no dejemos que éste se salga de control ni se convierta en algo crónico. Y una de las medidas más recomendadas para mantenerlo a raya, es practicar la relajación.
Desde meditar y hacer respiraciones profundas o escuchar música relajante por unos minutos al día, hasta tener una rutina de sueño saludable o un rincón zen en el que podamos desestresarnos al final del día, es importante que cuidemos este aspecto de nuestra mente para tener un cerebro joven.
3) Mantenernos activos de manera inteligente
¿Sabías que ejercitarse físicamente también beneficia tu cerebro? De acuerdo con un estudio, el deterioro cognitivo es dos veces más común en aquellos adultos mayores de 45 años que son inactivos, comparados con los que hacen alguna clase de actividad física. Por otro lado, hacer ejercicio ayuda a prevenir la inflamación cerebral.
Esto no quiere decir que si no haces ejercicio debas convertirte en una persona totalmente fitness de la noche a la mañana: simplemente se trata de hacer actividades que te mantengan activo en cuerpo y mente. Algunos ejemplos de esto incluyen hacer ejercicio, como salir a caminar, bailar o practicar yoga.
4) Nutrirlo adecuadamente
Es sabido que lo que consumimos también tiene un impacto en la salud cerebral. Sabemos, por ejemplo, que seguir una dieta mediterránea, rica en pescado y alimentos vegetales como frutas, verduras, granos enteros, frucos secos, nueces y aceite de oliva, puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
5) Tener un propósito
Finalmente, otro de los hábitos claves para mantener nuestro cerebro joven sin importar la edad es tener un propósito en la vida. De acuerdo con un estudio, tener un propósito en la vida impulsado por metas está asociado con una reducción del 30% en la demencia, independientemente de otros aspectos del bienestar.
El objetivo entonces, es encontrar actividades que nos apasionen y nos hagan darle un sentido o propósito a nuestra vida, de manera que nos ayuden a mantenernos motivados y a tener nuestra mente activa.
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