En la infancia vivimos situaciones que marcan, en gran parte, nuestra forma de vincularnos de adultos, tanto con el mundo, como con los demás y con nosotros mismos. Y esto viene, también en gran parte, de la relación que nuestros cuidadores principales han establecido con nosotros. A partir de aquí, se desarrollan los distintos tipos de apego.
Y hay una situación muy dolorosa que algunas personas viven, y que es la falta de amor y cariño de pequeños (es decir, tener padres fríos, que no satisfacen las necesidades emocionales de sus hijos). ¿Cómo se traduce esta falta de amor que vivimos en la infancia, siendo adultos?
En este artículo, analizo como psicóloga cinco señales de que te faltó amor, a través de ejemplos. Lógicamente, esto es un tema delicado y no se puede generalizar; si quieres profundizar más, siempre recomendaremos pedir ayuda a un profesional de la salud mental.
1) Dificultad para confiar en los demás
Desde pequeños, aprendemos a confiar en quienes nos rodean, especialmente en nuestros cuidadores. Sin embargo, si durante tu infancia no experimentaste un amor constante y seguro, puede que te resulte difícil confiar plenamente en los demás de adulto.
Tal vez te encuentres siendo muy prudente en tus relaciones, evitando mostrarte vulnerable o, por el contrario, te aferres demasiado a las personas por miedo a que te abandonen o te rechacen.
Ejemplo: En la vida de María, sin darse cuenta ella, siempre predominan las relaciones tóxicas, aunque sabe que no son sanas. La constante inseguridad de si será abandonada o no le hace sentir que debe aferrarse con más fuerza, aunque eso les cause dolor.
En su mente, el amor significa tener que "demostrar" todo el tiempo que eres necesario para el otro, por miedo a perderlo.
2) Baja autoestima o falta de autovaloración
Cuando un niño no recibe el amor adecuado, puede internalizar que no es digno de ser amado. Esta creencia se arraiga en la forma en que se percibe a sí mismo a lo largo de su vida.
Así, la falta de amor en la infancia puede resultar en adultos con una autoestima frágil, que sienten que no merecen lo mejor, que no son lo suficientemente buenos o que deben 'ganarse' el amor y la aceptación constantemente.
Ejemplo: Javier nunca se sintió apoyado en su infancia. Aunque sus padres eran muy críticos, él se esforzaba siempre por buscar su aprobación, sin éxito. De adulto, siente que no merece tener éxito en su trabajo o relaciones, y, por lo tanto, se sabotea constantemente. Su creencia subconsciente es que el amor y el éxito no son para él.
3) Miedo (intenso) al abandono
Uno de los efectos más devastadores de la falta de amor en la infancia es el miedo al abandono. Los niños que no reciben amor y atención consistentemente pueden desarrollar un temor profundo a que las personas importantes en su vida los dejen.
Este miedo puede presentarse en adultos que se aferran demasiado a las relaciones (dependencia emocional), buscando a todas horas señales de que sus seres queridos no los dejarán.
Ejemplo: Sara vive con ansiedad constante en su relación de pareja, temiendo que su pareja se canse de ella o la abandone sin previo aviso. A pesar de que su pareja le demuestra amor y compromiso, Sara siente que algo siempre está a punto de ir mal, lo que la lleva a ser sobreprotectora o demasiado dependiente.
4) Comportamiento evitativo o aislamiento emocional
Por otro lado, algunas personas que no recibieron suficiente amor en su infancia pueden desarrollar una actitud defensiva ante el amor. Pueden evitar abrirse emocionalmente, convencidas de que las relaciones auténticas son peligrosas o de que el amor genuino no existe.
Esto puede llevarlas a mantener distancia emocional de los demás, incluso de aquellos que realmente se preocupan por ellas.
Ejemplo: Andrés, al crecer en un hogar donde el afecto era escaso y las emociones no se compartían, aprendió a "autodefenderse" emocionalmente. Como adulto, tiene amigos, pero rara vez se abre sobre sus sentimientos o necesidades. Cree que, si muestra debilidad o vulnerabilidad, las personas lo rechazarán.
5) Sentimiento constante de vacío o de desconexión emocional
Cuando un niño no recibe amor y apoyo emocional durante su crecimiento, puede desarrollar una sensación persistente de vacío, como si algo le faltara. Este sentimiento de desconexión puede persistir durante toda su vida, llevando a una búsqueda incesante de algo que 'llene' ese vacío.
Sin embargo, este vacío es emocional, y las personas a menudo buscan soluciones externas (relaciones, trabajo, actividades... incluso desarrollan adicciones) que no son capaces de llenar esa carencia interna de afecto y atención.
Ejemplo: Claudia ha vivido toda su vida buscando "llenar" ese vacío interno, cambiando de trabajos, mudándose de ciudad o buscando nuevas relaciones.
Sin embargo, nunca se siente verdaderamente conectada con los demás. A menudo, se siente sola en medio de la multitud, incapaz de encontrar la paz interna. La raíz de su vacío es la falta de un amor seguro en su infancia.
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